La Ruta del Vino de Zamora
La Ruta del vino de Zamora ni está solo en Zamora ni es solo vino. Conoce este recorrido lleno de historia, que también pasa por Salamanca.
En septiembre de 2021, los vinos zamoranos se sumaron a las Rutas del Vino de España. La denominación de origen Tierra del vino de Zamora se extiende hasta el norte de la provincia de Salamanca, abarcando unos 1.800 kilómetros cuadrados. Comprende un total de 46 municipios en Zamora y 10 en Salamanca. Castilla y león ya tiene, con esta, nueve rutas del vino y 13 denominaciones de origen. Aunque, en este caso, a todo aquel que quiera conocerla, le espera mucho más que vino.
Pequeños pueblos con mucho encanto, queserías artesanales, hornos de encina en sitios tan inesperados como un restaurante o un castillo convertido en hotel son algunas de las peculiaridades de esta ruta. En definitiva, espacios muy bien conservados que conservan la esencia del pasado prácticamente intacta.
La ruta del vino de Zamora
Si buscas un viaje en el que disfrutar con los cinco sentidos ese es el de la ruta del vino de Zamora. En ella, podrás conocer la historia a través de las diferentes etapas del arte, desde el siglo XI con el Románico al siglo XX con el Modernismo. También descubrirás el paisaje típico castellano, en el que los centenarios viñedos se mezclan con los campos de cereal y, por supuesto, las tradicionales bodegas de elaboración del vino. El enoturismo amplía su concepción, pues a él se le suman patrimonio, cultura, tradición, ocio y naturaleza.
El cultivo de la vid fue el principal sustento económico hasta bien entrado el siglo XX. Está marcado por la influencia del río Duero, y su clima es mediterráneo con una fuerte continentalidad, por lo que los inviernos suelen ser fríos y los veranos secos y calurosos. Esto favorece el desarrollo de las variedades predominantes como la Malvasía Castellana, el Verdejo, el Moscatel de grana menudo o el Godello en los vinos blancos; y el Tempranillo para los vinos tintos.
Los suelos también hacen que este sea un lugar privilegiado para el cultivo del viñedo y la elaboración de este vino, de alta calidad. Entre sus variedades y vinos, reglamentados por la Denominación de Origen, destacan como principales el Tempranillo para el tinto y la malvasía; y el Moscatel de grano menudo y el verdejo para el blanco. También están autorizados la Garnacha y el Cabernet-Sauvignon para el tinto así como el Albillo y Palomino para el blanco. Como curiosidad, la edad media de los viñedos inscritos en el Consejo Regulador es de 65 años.
Mucho más que vino
Una parte fundamental de la ruta del vino de Zamora es la gastronomía. Alimentos tan básicos como el pan, los embutidos, las legumbres, los quesos o los dulces tradicionales son un ejemplo de toda la experiencia que aportan los agricultores y ganaderos de la zona. Todos ellos cuentan con certificados de Marcas de Garantía, Indicaciones Geográficas Protegidas y Denominaciones de Origen. Además, la cocina típica tradicional castellana son los guisos de cuchara, asados al horno de leña, y la carne y pescado a la plancha o a la parrilla.
Como ya se ha mencionado, el entorno es clave y la mejor forma de conocerlo es a través del turismo rural. Uno de los momentos más bonitos para ver el color de la viña en todo su esplendor es una vez acabado el verano.
El turismo activo invita a disfrutar del ocio a pie, en bicicleta o a caballo; también running, piragüismo, golf o senderismo. Actividades deportivas con las que poder integrarse en el entorno natural, que presenta un aspecto diferente en cada estación. Para descansar, hay muchos alojamientos entre los que elegir para prepararse para una nueva jornada de emociones inolvidables.