Villalpando, en la zamorana Tierra de Campos

Nos trasladamos al noroeste de la provincia de Zamora para visitar la localidad de Villalpando. Se halla en la comarca de Tierra de Campos, en pleno valle de Valderaduey y muy cerca de las bonitas lagunas de Villafáfila. Poco más de 50 kilómetros nos separan por carretera de la capital provincial, la ciudad de Zamora.

Envuelta por las ondulantes llanuras castellanas, a esta villa zamorana no le falta de nada, y los visitantes tendrán más que suficiente para disfrutar de una buena escapada de turismo rural. Reservemos por tanto tiempo para acercarnos a descubrir los atractivos monumentales, culturales, históricos, gastronómicos o de naturaleza de esta localidad castellano-leonesa.

Un paseo por la historia de Villalpando

Celtas, romanos, árabes… Fueron muchas las culturas y civilizaciones que anduvieron y moraron por estas tierras zamoranas. Por Villalpando pasaron todos ellos, aunque en tiempos del rey Alfonso XII quedó durante varios años despoblada. En el año 1170 fue repoblada, y tras conseguir su fuero en 1179 comenzó su gran desarrollo, proporcionándole un esplendor que se mantuvo durante los siglos XIV, XV y XVI.

Toda esta trayectoria histórica ha dotado a esta villa zamorana de una buena cantidad de monumentos y edificios tradicionales. Al llegar a la población somos recibidos por la enorme Puerta de San Andrés, también llamada de la Villa, que nos ofrece una idea de lo que nos espera al traspasarla. Lugares como su gran Plaza Mayor, que tiene más de 2.000 metros cuadrados y destaca por sus soportales y numerosos balcones.

También hay en el municipio un buen número de antiguos edificios religiosos, como la Iglesia de Santa María la Antigua, declarada Monumento Nacional; el Convento de San Antonio de Padua, el Hospital del Espíritu Santo, las iglesias de San Nicolás de Bari y de San Pedro, el Monasterio de San Lorenzo o la iglesia en ruinas de San Miguel. Otras joyas históricas que amenizarán la visita son la Puerta de Santiago, el Castillo de los Velasco o las tradicionales construcciones de la zona, realizadas con muros de barro y techos de paja.

Villalpando en fiestas

Un excelente momento para conocer la localidad zamorana de Villalpando es durante la celebración de alguna de sus animados eventos. Como las Fiestas Patronales en honor de San Roque, que tienen lugar en torno al 16 de agosto, durando varios días. Esta veraniega festividad comienza con un divertido desfile de peñas, al que suceden diversos actos culturales, religiosos y de ocio.

Si prefieres las escapadas invernales, puedes celebrar la Fiesta de la Inmaculada en Villalpando, que comienzan el día 6 de de diciembre con un evento taurino en la Plaza Mayor. El día siguiente está dedicado a los Quintos, que terminan la jornada encendiendo una gran hoguera en torno a la cual se bebe, se come y se pasa muy bien. El 8 de diciembre, día de la Purísima Concepción, tiene lugar una procesión y una solemne misa.

Y de nuevo, con el buen tiempo, se celebra a mediados de junio la Feria de la Madera de Villalpando. Los soportales de la Plaza Mayor se llenan de puestos, con una gran presencia de artesanos. La feria se completa con un variado programa de actividades, incluyendo una verbena, talleres infantiles, verbena, gigantes y cabezudos o la Feria de la Tapa, entre otros muchos planes.