Las calles más bonitas del centro de España

Son todas las que están pero no están todas las que son. Las calles más bonitas del centro de España son miles, pero por algún lugar había que empezar y en Zamora, Albacete y Salamanca hay tres vías que no puedes perderte.

Cada una tiene su peculiaridad pero todas tienen algo en común: las recordarás siempre. Por su estética y belleza únicas, estos rincones deben ser visitados al menos una vez en la vida.

Calle Balborraz, en Zamora

La calle Balborraz es una de las calles más antiguas de Zamora, en pleno casco histórico con inicio en la Plaza Mayor. Cuando paseas por ella es fácil trasladarse a la Edad Media e imaginarse a todos los comerciantes y artesanos que la merodeaban. Balborraz podría traducirse del árabe como ‘puerta de la cabeza’, y es que hasta 1555 existió un portón que acogía ese nombre.

Por esta pronunciada cuesta se comunican la Plaza Mayor y la calle de la Plata, aunque antiguamente enlazaba la judería vieja con el casco antiguo de la ciudad. Sin duda, una vía llena de historia que alberga dos ejemplos de la arquitectura modernista de Zamora y que datan de principios del siglo XX: La casa de Mariano López y la de Faustina Leirado.

A mediados de los años 90 se hizo una rehabilitación en este camino que obtuvo el reconocimiento de ‘Europa Nostra’ en 1997, pues consiguió devolverle la vida sin perder de vista los elementos de su antigua calzada. Si te gusta la historia, no dejes de visitarla.

Pasaje de Lodares, en Albacete

El Pasaje de Lodares es un pasadizo modernista de obligada visita en Albacete. Se trata de una histórica y monumental galería comercial y residencial que fue proyectada en 1925 por el arquitecto valenciano Buenaventura Ferrando Castells. Está situada en el centro de la ciudad, entre las calles Tinte y Mayor.

La edificación está cubierta por un tragaluz de cristales con arcos de hierro y fue creada a imagen y semejanza de las galerías italianas. Junto con el pasaje Gutiérrez de Valladolid y el pasaje del Ciclón, en Zaragoza, forman el único ejemplo de este tipo de galerías que se conservan en España.

Se construyó gracias a Gabriel Lodares, quien fuera alcalde de la ciudad, y de hecho su nombre puede leerse sobre un adorno de las puertas que hay en cada extremo del local. En principio, la idea era construir pisos destinados a un público de alto poder económico así como locales comerciales en la parte baja. Estos locales están separados por columnas renacentistas con adornos modernistas y, en las fachadas, pueden verse grupos de niños sosteniendo guirnaldas y grandes fruteros.

Calle de la Compañía, en Salamanca

Allí quizás está lo mejor del patrimonio arquitectónico de la ciudad de Salamanca. Desde ella, pueden verse la Clerecía (sede de la Universidad Pontificia), el Convento de la Madre de Dios, la Casa de las Conchas o la Iglesia de San Benito. Acaba prácticamente a los pies del palacio de Monterrey, en la Plaza de las Angustias.

Salamanca es una de las ciudades con más encanto de nuestro país y esta calle, según muchos vecinos, es la más bonita y espectacular que tiene. Además, una vez en la ciudad no debes perderte otros puntos de obligada visita como su Plaza Mayor, uno de los monumentos barrocos fundamentales de la arquitectura peninsular.

Además, hay que subir a las torres medievales de la Catedral hasta poder pasear por las terrazas exteriores rodeado de gárgolas, pináculos y campanas. Y otra parada totalmente recomendable es el edificio histórico de la Universidad, la más antigua de España.