Ondarroa, de aire marinero y estilo medieval
Si buscas un destino único lejos del bullicio de la ciudad, que combine el paisaje marinero con una villa histórica, tu destino es Ondarroa.
Ondarroa se encuentra en extremo este de la costa de Vizcaya, próxima a Lekeitio, bañada por las aguas del Cantábrico y en la desembocadura del río Artibai. Precisamente la zona del litoral en la que se encuentra dominan los acantilados, destacando la Peña del Fraile. Esta localidad, conocida popularmente como Ondarru, presenta fuertes contrastes para el visitante, pues sus playas y patrimonio hacen la mezcla perfecta con el entorno natural que lo rodea.
Se trata de uno de los pueblos con más personalidad de toda la costa vizcaína, y permite disfrutar de lugares únicos y auténticas experiencias. Veamos los lugares más atractivos, desde lo más moderno a lo más antiguo. ¿Preparados para conocer Ondarroa?
Qué ver en Ondarroa
Ondarroa es un claro ejemplo de que no por ser pequeño un término deja de tener lugares que visitar. La Casa de cofrades alberga la antigua cofradía de pescadores de Ondarroa. Pese a su aspecto medieval, fue diseñada en 1920 por el arquitecto Pedro Guimon. Una parada obligatoria es la iglesia Andra Mari, o Santa Maria, una llamativa construcción histórica religiosa. Fue edificado sobre la propia roca en la zona más alta de la población, en una atalaya natural. Tiene su origen en el año 1462, aunque ha pasado por diferentes restauraciones a lo largo de los siglos. Destaca por sus enormes arcos y los elementos decorativos de su fachada, como las doce figuras que representan las clases sociales de la Edad Media.
En el corazón del casco histórico de Ondarroa está el antiguo Ayuntamiento, adosado a la iglesia de Santa María. Su fachada fue diseñada en el siglo XIX y el edificio ha llegado, incluso, a ser escuela. Y hablando del centro de la villa, fue declarado patrimonio Cultural en el año 1994. Es un lugar para recorrer sin prisa, disfrutando de las calles estrechas y empinadas, descubriendo rincones verdaderamente llamativos, todos construidos en una ladera.
Dos son los puentes característicos de Ondarroa: el Puente Viejo o Zubi Zaharra y el Puente de Itsasaurre. Del primero cabe apuntar que, aunque hoy en día es de piedra, antiguamente era de madera. El segundo es obra del famoso arquitecto Santiago Calatrava, siendo su primer trabajo en el País Vasco. Y no se puede ir el visitante de Ondarroa sin visitar el puerto pesquero, uno de los más importantes del Cantábrico, y cuya pesca se centra principalmente en bonito, anchoa, verdel o sardina. Además, para refrescarse, se puede acudir a la playa de Arrigorri, a tan solo unos minutos del centro, con 150 metros de longitud y una gran oferta de actividades acuáticas.
Historia de Ondarroa
La historia de Ondarroa siempre ha estado vinculada al mar Cantábrico, pues ha sido un pequeño núcleo de marineros y pescadores que vivían de lo que les ofrecía el mar, siendo la pesca, la mercadería y la construcción naval algunas de las actividades básicas de la población a lo largo de los siglos.
La importancia de la vinculación de Ondarroa con el mar se puede ver en su escudo, compuesto por una visión de la villa, con su puente de piedra, una ballena y un barco con varios marineros pescándola.
Hay documentación que indica que esta villa fue creada por María Diez de Haro, Señora de Vizcaya, en el año 1327. Pero hay otras fechas que marcado la historia del lugar, como el incendio que sufrió en 1473 a causa de las luchas banderizas, o el de 1794 debido a la Guerra de la Convención. En esta última ocasión, sucedida durante la guerra contra los franceses, más de 100 casas se vieron devoradas por el fuego, convirtiéndose en uno de los mayores desastres que ha sufrido la población.
