El Casco Viejo de la ciudad de Bilbao
El casco antiguo de la ciudad de Bilbao, más conocido popularmente como el Casco Viejo o las “Siete Calles”, es uno de los lugares con más encanto de la capital vizcaína.
La ciudad de Bilbao surgió en torno a sus famosas “Siete Calles”, en euskera zazpi kaleak, a una muralla y a un puente, dando forma a lo que hoy en día se conoce como el Casco Viejo. Creció al lado del por entonces principal motor económico de esta villa vasca, el Puerto, mientras que el puente permitía cruzar la ría a los mercaderes que traían sus mercancías.
Todo esto sucedía hace más de 700 años, y ya por entonces existían dos núcleos de población. Por un lado estaba la zona de la margen izquierda o Bilbao la Vieja, que era la zona minera donde se hallaban las ferrerías donde se trabajaba el hierro. Y el otro núcleo de población era el de la margen derecha, conocido como el Casco Viejo, donde predominaba el tráfico mercantil y portuario.
Hoy en día las “Siete Calles” ocupan una extensión de 240.000 metros cuadrados, y en esta parte de la ciudad viven más de 7.500 personas, un 2% de la población de Bilbao. Sus principales atractivos son una gran oferta gastronómica y contar con algunos de los lugares culturales e históricos más emblemáticos de la ciudad. Hacemos un recorrido por el Casco Viejo de Bilbao a través de algunos de los monumentos que han forjado su fisonomía.
- Biblioteca Municipal: situada en la calle Bidebarrieta, se encuentra ubicada en un edificio de estilo barroco afrancesado del siglo XVII, mientras que su ornamentado interior tiene un cierto toque romántico.
- Catedral de Santiago: seguimos por Bidebarrieta para llegar a la Plaza de Santiago, donde encontramos la catedral con su portada neogótica. Aunque el templo se remonta al siglo XIV, su fachada y torre son del siglo XIX. Cuenta con tres puertas, una principal que da a la plaza, la del pórtico que sale a las Siete Calles y la del Ángel, que es la salida del claustro.
- Palacio Yhon: conocido popularmente como “la Bolsa”, es un palacio barroco que en su origen era una torre gótica. Fue construido sobre la vieja muralla, la cual actualmente todavía mantiene el edificio.
- Palacio Arana: se encuentra en la esquina de Belostikale, y es el palacio más antiguo de Bilbao. Posee una llamativa portada manierista en la que se puede ver el escudo familiar y la representación de dos Hércules sobre un arco de medio punto. En su interior, el palacio gira en torno a un patio de columnas toscanas.
- La Encarnación: en la Plaza de la Encarnación se halla la Iglesia del Convento de la Encarnación, que nos recibe con el espectacular arco renacentista de su fachada. El convento es del siglo XVI, y es el único que permanece en pie de los tres grandes conventos que hubo en los aledaños de la villa, San Francisco, San Agustín y la Encarnación. Actualmente acoge la sede del Museo Diocesano de Arte Sacro.
- Palacio Lezama Leguizamón: en Somera, la última de las Siete Calles, y donde antaño se encontraba la puerta de una muralla, se erige este palacio que antes ocupaba la torre gótica de esta familia, y cuyo escudo se puede ver todavía en su portal.
- Antiguo Hospital Civil: fue edificado a principios del siglo XIX en el mismo lugar que anteriormente ocupaban la iglesia y el hospital de los Santos Juanes. De sobria fachada neoclásica, fue toda una revolución en cuanto a nuevas medidas de salubridad, soleamiento y ventilación. Tras quedarse pequeño para un Bilbao que no paraba de crecer, fue reconvertido en el Instituto Emilio Campuzano.
- Escuelas Maestro García Rivero: son una excelente muestra de la combinación de los estilos arquitectónicos neomontañeses y neovascos, en definitiva, un estilo neobarroco. En su armoniosa fachada llaman la atención sus grandes aleros con torres, garitones y pináculos.
- Estación de Atxuri: también de estilo neovasco es la fachada de esta estación que fue diseñada por Manuel María Smith-Ibarra, el arquitecto responsable de algunos de los más notorios edificios del Casco Viejo de Bilbao, donde él mismo nació.