Bilbao en un día: claves para aprovechar tu viaje
Nos vamos hasta una de las ciudades más atractivas del norte, pero tenemos poco tiempo. Te damos las claves para aprovechar tu viaje a Bilbao en un día.
Una visita fugaz a Bilbao te dejará con ganas de más. Pero no lo veas como un contratiempo, sino como una primera toma de contacto para volver a pasar unos días a una de las ciudades más atractivas del norte. Bilbao en un día es una experiencia de lo más estimulante.
Y la oportunidad que necesitas para ir tomando nota de tu próxima escapada, los museos, los restaurantes y hasta los alojamientos que puedes reservar en nuestra web de Hoteles.com. De momento, te damos las claves para aprovechar este viaje que será un aperitivo de lo que vendrá más adelante.
Una mañana en Bilbao
No se nos ocurre un lugar mejor para comenzar a conocer Bilbao que el Teatro Arriaga, un imponente edificio del siglo XIX que inspira a vivir las mejores aventuras en una ciudad mágica. Los fines de semana el teatro abre sus puertas por la mañana con la posibilidad de hacer una visita guiada, no te la pierdas si tienes oportunidad.
Pero, ¿has desayunado antes de la visita? Aún estás a tiempo de hacerlo en la emblemática Plaza Nueva y así podrás ir tomando nota del tipo de aperitivo que te espera. Aperitivos que se convertirán en auténticos festines en forma de los mejores pintxos en cualquiera de los locales de las 7 calles.
Nos estamos adelantando. Antes de detenerte a disfrutar de la gastronomía de Bilbao, conviene que pases por el Mercado de la Ribera, que es el mercado cubierto más grande de Europa. Y no te pierdas la iglesia de San Antón, una joya gótica del siglo XV que proporciona una de las mejores fotos de tu viaje.
Pero si de patrimonio religioso hablamos y ya que estás en la parte vieja, dedica un momento a la Catedral de Santiago. Sus tres puertas te llevarán desde la Edad Media hasta el floreciente siglo XIX y también te llenarás de la energía de los peregrinos que hacen el Camino de Santiago.
¿Es hora de comer? Sí, es hora de ir de pintxos por el Casco Viejo y de acompañar todas las delicias con unos buenos vinos. No pienses en todo lo que queda por ver y disfruta del buen ambiente local.
Una tarde en Bilbao
Satisfecho el espíritu y la carne, puedes dedicarte a cultivar el lado intelectual y caminar siguiendo la ría hasta el Museo Guggenheim. O tal vez prefieras desviarte un poco y anotar el entramado de calles comerciales para una tarde de shopping en la próxima visita. Como sea, llegarás al emblema de la ciudad, el museo vanguardista con su mascota Puppy.
¿Merece la pena entrar al Guggenheim en una visita de un día a Bilbao? Esa es una decisión muy personal y que vendrá marcada por la exposición temporal que te encuentres, pero es posible que no puedas evitar pasar un largo rato en este templo del arte contemporáneo.
El punto final de esta visita fugaz a Bilbao la puedes hacer cruzando la ría hasta la Plaza del Funicular y subir al Mirador de Artxanda. Desde allí podrás entender la grandeza de Bilbao de la que todos hablan y soñar con el próximo viaje a esta ciudad encantada. Eso sí, la próxima vez, reserva hotel para varios días y poder conocerla a fondo.