La Villa de Balmaseda, en el territorio de Vizcaya

Con un clima de tipo oceánico, Valmaseda disfruta de unas suaves temperaturas casi todo el año. Tanto los inviernos como los veranos resultan muy agradables. Se da en esta población una peculiaridad climática, la niebla y la humedad, que se produce por estar situada en el interior de un bonito valle.

Nada más llegar a Balmaseda, el viajero se verá inmediatamente atrapado por su precioso casco histórico de origen medieval. Recorriendo la calle principal y sus callejuelas adyacentes descubriremos diversos monumentos que han sido catalogados como Bien de Interés Cultural. Entre los más destacados se hallan la Parroquia del Santo Cristo de San Severino, que es de estilo gótico; la Iglesia de San Juan, del siglo XV, o el edificio del Ayuntamiento, del siglo XVIII y estilo barroco.

El pueblo de Balmaseda queda dividido en dos partes por el río Cadagua, y se comunican por el antiguo Puente de la Muza, también llamado Puente Viejo, que se remonta al siglo XIII. Otras visitas imprescindibles en Balmaseda son las del palacio de Horcasitas o Buniel, del siglo XVII; el palacio de Urrutia, del siglo XVII; la ermita románica de San Sebastián o el Monasterio de Santa Clara, del siglo XVII, que alberga en la actualidad un hotel.

Nos encontramos en el País Vasco, donde la gastronomía es un arte, y Balmaseda es un buen ejemplo de ello. En la localidad encontraremos un buen número de bares y restaurantes donde degustar los tradicionales pintxos, pero también podremos conocer la típica cocina local. El plato más típico es la Putxera, cuyo origen se remonta al siglo XIX. En esa época, los maquinistas de la línea del ferrocarril Bilbao-La Robla (León) preparaban un contundente cocido al calor del carbón de las máquinas. La olla donde lo elaboraban se llamaba putxera, y contaba en su parte inferior con un compartimiento para poner el carbón. Esta suculenta receta de alubias, tocino, chorizo y morcilla se sigue cocinando hoy en día Balmaseda según la tradición. Otra receta local son las patatas a la balmasedana, que llevan anchoas y se pueden acompañar con buen txakoli, un vino blanco típico del País Vasco que se lleva elaborando en Balmaseda desde el siglo XV.

La oferta de hoteles en Balmaseda incluye el San Roque Hotel Convento, de dos estrellas, que se encuentra en el número 2 de la calle Campo de las Monjas. Se puede reservar habitación en este hotel a través de la página web de Hoteles.net a un excelente precio. Además, registrándonos gratis en la web de Hoteles.net obtendremos descuentos directos de entre un 1 y un 7% en todas las reservas. También se acumulan puntos canjeables para descuentos adicionales en las próximas reservas.

Balmaseda es un excelente destino en Vizcaya no sólo por su proximidad a la ciudad de Bilbao y a las preciosas Merindades burgalesas. La localidad posee sus propios encantos para ser visitada por derecho propio. El verde entorno natural perfilado por el río Cadagua, su patrimonio monumental, su animada agenda cultural y su fantástica oferta gastronómica son sólo algunos de sus alicientes. Balmaseda cuenta con varios museos, como el Centro de Interpretación de la Pasión, ubicado en el templo del convento de Santa Clara, o el de la Historia de la Villa, que se encuentra en la iglesia de San Juan del Moral, y en el que nos ofrecen un interesante recorrido por la historia y el patrimonio de esta población vasca. También es muy recomendable la visita a la Fábrica de Boinas “La Encartada”, que acoge un museo textil. Es un magnífico ejemplo de cómo eran las fábricas durante la época de la Revolución Industrial.

Balmaseda fue la primera Villa que se fundó en Vizcaya, el 24 de enero de 1199, y es una mezcla de tradición y modernidad que no debes perderte.