El castillo de Xàtiva, en Valencia
Cientos de años contemplan el castillo de Xàtiva. Conocerlo es descubrir el legado histórico de la ciudad y su influencia en el resto de la Península. Aníbal, Jaime I o los Papas de la familia Borgia habitaron en algún momento la fortaleza.
El enclave del castillo de Xàtiva era muy valioso pues controlaba la Via Augusta, el camino romano más largo de Hispania que, además, terminaba en Roma. Este hecho le proporcionó a Xàtiva una gran relevancia histórica y un patrimonio artístico muy rico, siendo una parte clave en la historia del Reino de Valencia.
La fortaleza se divide en dos zonas diferenciadas, el castillo Menor y el Mayor. En el primero de ellos estaba el origen de la ciudad íbera y, en el segundo, el centro urbano que se constituyó tras la conquista romana. Ambas partes están a los dos extremos de la sierra, unidos por las murallas y el patio de armas central.
El castillo ha formado parte de todas las guerras y levantamientos desde el siglo XIV hasta el XIX y sufrió daños importantes tanto en la Guerra de Sucesión Española como en la de la Independencia, con los que se perdieron por completo estancias que, pese a su reconstrucción, no volvieron a recuperarse.
El castillo Menor
Es la parte más antigua del castillo y, paseando por ella, parece que se despierten las antiguas leyendas que allí se vivieron. Es fácil imaginarse a la esposa de Aníbal, la princesa íbera Himilce, de la que se dice que tuvo allí mismo un hijo del cartaginés en el año 218 a.C.
De su paso por la fortaleza queda el conocido como ‘Balcón de Himilce’, de estilo neogótico y desde el que se puede ver una buena panorámica del castillo Mayor. También queda la ‘Puerta de Aníbal’, por la que cuenta la leyenda que entró al castillo el general y, probablemente, años después, su enemigo Publio Cornelio Escipión.
La segunda puerta del castillo de Xàtiva es una torre gótica construida en época islámica que se restauró en el siglo XV. De su primera construcción queda la típica forma de L que se empleaba para ayudar a su defensa. Existe otra torre, cuadrada, que hace las veces de mirador y, de su origen, queda la base de sillería romana.
El castillo Mayor
Es más nuevo que el castillo Menor, pues su construcción está datada en la época medieval. Se encuentra en la parte más alta de la sierra de Vernisa, es más grande y está mejor conservado, con lo que es mucho más fácil imaginar la vida cotidiana de la fortaleza a través de sus espacios y estancias.
Cuenta con varias puertas, como la del Socorro, que se abre al valle de Bixquert. Su nombre se lo debe a la ayuda que pidió por ella Lluís Crespí de Valldaura, señor de Sumacárcer y de l’Alcúdia, en la revuelta de las Germanías, en el siglo XVI. La ‘Puerta de Santa María’ es otro de los enclaves más importantes y, aunque su origen es musulmán, la que se ve hoy en día data su reconstrucción en el siglo XV.
Otros puntos de referencia son los cuatro aljibes que todavía se conservan, de orígenes romanos pero reconstruidos en la época medieval, en los que se recogía el agua de la lluvia y se almacenaba para abastecer al ganado y al resto de animales. Tampoco puedes dejar de visitar la celda del Conde d’Urgell, la Capilla de la Reina María, que mandó construir la propia reina María de Castilla en el siglo XV; y los jardines de Ibn Hazim, de época reciente pero dedicados al poeta andalusí, del mismo nombre, exiliado en Xàtiva.
