Tres miradores naturales asombrosos de Valencia
La geografía valenciana se muestra en todo su esplendor desde algunos de los miradores situados en las alturas. No te pierdas esta pequeña selección de lugares que no puedes dejar de visitar.
La provincia de Valencia tiene miradores naturales espectaculares, por lo general en plena montaña, aunque desde algunos se pueda ver incluso el mar Mediterráneo. Además de su valor natural, son puntos de encuentro para compartir con amigos o familia en muchas ocasiones, aunque también con uno mismo, en otras.
Lo importante es disfrutar del camino hasta la cima y, una vez allí, respirar una buena dosis de aire puro y contemplar las vistas, que no tienen desperdicio. Disfruta de todo lo que te ofrece Valencia, a pocos kilómetros de su capital.
El mirador de Rebalsadors, en Serra
El mirador de Rebalsadors es uno de los rincones más bonitos de la Sierra de Calderona, una cima en la que hay tres terrazas desde las que poder contemplar una panorámica espectacular. Está a unos 800 metros sobre el nivel del mar y el camino hasta llegar a la cima no es recomendable para todo el mundo debido a la dureza de su ascenso. Cabe recordar que es importante, como siempre que se visita un paraje natural, respetar tanto el mirador como el Parque Natural de la Sierra de Calderona en todo momento.
La Ruta dels Rebalsadors cuenta con un gran desnivel, es de ida y vuelta y se recorren 12 kilómetros desde que empieza, en la oficina de turismo de Serra. A mitad del camino se llega al mirador y al vértice geodésico y, tras una agradable pausa para tomar aire, reponer fuerzas y hacer unas fotos, se retoma la ruta de vuelta. Existe otra opción más corta, pero más intensa también de apenas 6 kilómetros.
El Pico del Remedio, en Chelva
La impresionante cumbre del Pico del Remedio, en Chelva, destaca sobre el resto de cumbres cercanas. Está a 1054 metros sobre el nivel del mar y, además de ser un lugar ideal en el que respirar aire puro, brinda a su visitante unas vistas impresionantes en las que se puede llegar a ver la Albufera de Valencia, eso sí, en los días de mayor visibilidad.
Existen varias maneras de llegar hasta lo más alto, la primera de ellas, y más fácil, es ir en coche, ya que hay una carretera habilitada para llegar. La otra alternativa es llegar con el vehículo en el Santuario de Nuestra Señora del Remedio, unos kilómetros antes, y caminar por un sendero, de pequeño recorrido bien señalizado, hasta el pico. Por último, y para los más atrevidos, pueden hacer la ruta de 25 kilómetros y 7 horas de duración que sale desde Chelva, pasa por el Pico del Remedio, la Rambla de Alcotas y regresa a Chelva. Una última recomendación, sea cual sea la época del año en que hagáis este sendero, es recomendable llevar alguna prenda de abrigo ya que, en la cota más alta, suele hacer bastante viento y fresco.
El mirador de la Visteta, en Simat de la Valldigna
Este pequeño rincón pasa más desapercibido de lo que debería, ya que se trata de uno de esos rincones de parada obligatoria si se pasa cerca de él. Las vistas que brinda son espectaculares, pues puede verse el pueblo de Simat de la Valldigna, Benifairó de la Valldigna, Tavernes de la Valldigna, la ermita de Santa Ana, las sierras de ‘Agulles’ y la de ‘Les Creus’ y, por supuesto, el mar Mediterráneo.
Para llegar, lo mejor es hacer una ruta en bici o subir en coche. Después de deleitarse un momento con las vistas y, por qué no, de hacer alguna que otra foto, es totalmente recomendable disfrutar de la gastronomía de la zona en el restaurante La Visteta, por ejemplo, en el que poder probar arroz meloso de calabaza o el plato de pato con ajos tiernos. Además, durante los meses de verano, disponen de una piscina en la que poder refrescarse antes de comer.