Parroquia-Museo de San Nicolás: la Capilla Sixtina valenciana
Descubre la Parroquia-Museo de San Nicolás, un lugar excepcional con casi 2000 metros cuadrados de impresionantes pinturas al fresco en la cubierta de su bóveda.
En la ciudad de Valencia puedes visitar desde edificios con siglos de historia a otros recién llegados y llenos de modernidad. El casco histórico cuenta con espacios tan importantes como la Lonja, que es Patrimonio de la Humanidad, la Catedral, su basílica, o la protagonista de este reportaje, la Parroquia-Museo de San Nicolás.
Ha vivido siglos de historia y se ha ido transformando a la vez que lo hacía la ciudad. El resultado ha sido una maravillosa obra de arte que destaca por su bóveda, dividida en 12 lunetos, y que ya ostenta el título de la Capilla Sixtina valenciana. ¡No lo dudes y visítala!
Historia de la Parroquia-Museo de San Nicolás
La Parroquia-Museo de San Nicolás es uno de los templos más populares de la ciudad de Valencia. Está situada en pleno casco histórico y el espacio que ocupa se considera sagrado desde la fundación romana de la ciudad, pues se cree que ya en aquella época sería un templo dedicado a sus divinidades.
Es una de las llamadas ‘parroquias fundacionales’ ya que, con la conquista de la ciudad por parte de Jaume I, fue una de las primeras doce parroquias cristianas que se englobaron en la restauración de la Diócesis en el año 1238. El rey otorgó esta parroquia a los dominicos que le acompañaban y estos decidieron dedicarla a San Nicolás Obispo, patrón de su orden. Años más tarde, se le dedicó un altar a San Pedro Mártir ya que en él se produjo un milagro que salvó la vida a un niño recién nacido. La devoción por el santo en Valencia creció tanto que acabó siendo cotitular de la Parroquia.
Durante la Guerra Civil, el templo fue saqueado y convertido en un almacén. Pero este mal episodio ya pasó, afortunadamente, y en 1981 la parroquia fue declarada Monumento Histórico Artístico Nacional. Ya en el siglo XXI, comenzó su restauración arquitectónica y pictórica bajo el mecenazgo de la Fundación Hortensia Herrero, que ha dado como resultado el espacio que podemos contemplar actualmente.
La Capilla Sixtina valenciana
El origen de esta parroquia es un templo gótico, del que todavía conserva su estructura completa y el Aula Capitular en su totalidad, que se reformó siglos más tarde, adaptándose al estilo barroco y obteniendo la apariencia que tiene hoy en día.
En esta reforma, Antonio Palomino, como maestro, diseñó las pinturas al fresco y Dionís Vidal las ejecutó, como discípulo, en 1700. Así pues quedaron las bóvedas, los pilares y los muros góticos cubiertos por las vidas de San Nicolás de Bari y de San Pedro Mártir. Además de por su bóveda, destaca también por el fascinante rosetón que hay sobre la puerta gótica primigenia, y por una pequeña capilla exterior en la que estaba antes el cementerio parroquial.
Cuenta con una parte neogótica, adosada a la ya existente, realizada en 1864, que consiste en una puerta que da acceso al templo de la Plaza de San Nicolás, así como toda su fachada, la Capilla de la Comunión y el pasadizo por el que se entra a la parroquia desde la calle Caballeros, justo en el lado contrario.