El Monasterio de San Miguel de los Reyes, en Valencia
Si las paredes del Monasterio de San Miguel de los Reyes hablaran podrían contar siglos y siglos de una historia fascinante. Te invitamos a conocer este conjunto arquitectónico, considerado el primero en asumir todos los planteamientos del Renacimiento.
El Monasterio de San Miguel de los Reyes es uno de los mejores exponentes de la arquitectura valenciana del Renacimiento, algunos incluso lo consideran el precedente de El Escorial ya que, como él, se planteó para que cumpliera con las funciones de panteón real, monasterio jerónimo, colegio e iglesia. Su arquitectura e historia son realmente complejos pues en él se dan agrupan una alquería islámica, un monasterio cisterciense (San Bernat de Rascanya), un monasterio jerónimo (San Miguel de los Reyes) y hasta un complejo penitenciario.
Tras una larga y completa restauración, el 23 de abril de 1999 se inauguró, sin perder el testimonio de cada una de sus diferentes etapas, como sede de la Biblioteca Valenciana Nicolau Primitiu. Visitar hoy en día el monasterio es pasear por el pasado y el presente de nuestra historia, no solo la de Valencia.
Origen de San Miguel de los Reyes
El lugar en el que se encuentra hoy en día el monasterio fue construido sobre una alquería musulmana del siglo XI llamada ‘Rascanya’, en la huerta norte de Valencia. El rey Jaume I entregó estas tierras en agosto de 1237 al primer señor de Rascanya, Guillem de Aguiló, según quedó recogido en el ‘Llibre de Repartiment’ (Libro del Reparto).
Tras pasar por varias manos, la alquería y los terrenos acabaron perteneciendo a Arnaldo Saranyo, abad de la Valldigna, con lo que se convirtió en el Priorato de Sant Bernat de Rascanya. Con el paso de los años, se construyó una iglesia, un claustro de dos pisos y, junto a la iglesia, otro claustro pequeño habitado por el prior y la enfermería. Una vez finalizadas las obras del retablo del Altar Mayor de la mano del pintor Lorenzo Zaragozá, en 1387, la construcción ascendió a ser el Monasterio de Sant Bernat de Rascanya o Sant Bernat de la Huerta.
Tras la muerte de fray Arnaldo, la dejadez de la congregación fue tal que el Papa Paulo III indujo, mediante una bula y a petición del Duque de Calabria, a extinguir en 1544 la comunidad de San Bernardo y establecer la de San Jerónimo.
Historia de San Miguel de los Reyes
Fernando de Aragón, Duque de Calabria, fue el tercer esposo de Doña Germana de Foix, viuda del rey Fernando el Católico, y fue por su voluntad testamentaria que se ordenó construir un monasterio bajo la advocación de San Miguel. Los Duques se dejaron en testamento, el uno al otro, gran cantidad de bienes y a la muerte de ambos toda esta fortuna fue a la Orden de los Jerónimos, para la construcción de este lugar que cumpliría la función de monasterio, escuela de arte y teología y panteón familiar, en el que quiso ser enterrada Doña Germana.
Uno de los últimos añadidos se produjo en 1802, con motivo de la visita del rey Carlos IV y la reina María Luisa de Parma. Se trata de la portería de dos torres almenadas unidas por un pequeño techo con el escudo de la Corona de España, frente a la portada principal de la iglesia. En 1835, con la desamortización de Mendizábal, se produjo la exclaustración de la comunidad jerónima, pasando el monasterio a manos de del Estado. Se destinó a cárcel de mujeres y asilo de indigentes, modificando y demoliendo su arquitectura original.
Más tarde fue adquirido por el Ayuntamiento y la Diputación de Valencia y llegó a ser un colegio público en las décadas de 1970 y 1980. Finalmente, entre 1997 y 2000 se realizaron las obras de restauración que le llevarían a albergar la Academia Valenciana de la Lengua, la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas, el Registro de la Propiedad Intelectual de la Comunitat Valenciana y el Consorcio para la restauración, conservación y utilización del Monasterio de San Miguel de los Reyes.
