La Vall de Segó, histórica comarca frente al Mediterráneo
Esta comarca, en la provincia de Valencia, está formada por cinco poblaciones llenas de historia y patrimonio. Es ideal para preparar una ruta y empezar a conocer la riqueza de esta zona.
A escasos quilómetros de la ciudad de Sagunto, en la provincia de Valencia, proponemos un paseo por el llamado Vall de Segó. Se trata de una comarca histórica de la que forman parte los actuales municipios de Benavites, Benifairó de les Valls, Faura, Quart de les Valls y Quartell. Todas son pequeñas localidades con baja densidad de población y con mucho encanto que no debemos dejar de visitar. Este valle pertenecía al patrimonio real en tiempo del rey Pedro IV de Aragón y II de Valencia, que lo anexionó al Condado de Jérica creado en 1372. Posteriormente, se lo regaló a su hijo Martín, que reinó como Martín I el Humano.
Se encuentra entre las montañas de Almenara al norte y el Pic dels Corbs al sur, flanqueado también por la Sierra de Espadán, forma una especie de arco que se abre de cara al mar Mediterráneo. En la mitad del valle encontramos una caudalosa fuente, la Font de Quart, que riega todo el valle y torna sus tierras en fértiles y ricas. En la actualidad, las cinco poblaciones conforman la Mancomunitat de Les Valls con sede en Faura.
Benavites, Benifairó de les Valls y Faura
Los primeros asentamientos conocidos en el término de Benavites datan de la época romana. El recorrido por esta población invita a visitar la Torre de Benavites, declarada Monumento Histórico Artístico Nacional en 1981, siendo el edificio emblemático del valle. Es posible que en sus orígenes fuera una atalaya musulmana, construcción defensiva y comunicativa entre las poblaciones fortificadas de Almenara y Sagunto. Después de la conquista cristiana hacia 1238 por Jaime I, el edificio se adaptó a las nuevas necesidades. En la actualidad presenta elementos que le confieren una datación de finales del siglo XV. También se puede visitar la Iglesia de Benicalaf, de planta rectangular, con una sola nave dividida en tres tramos y sustentada por arcos de medio punto. En su interior, decorado con frescos, se conservan algunos fragmentos esgrafiados, datados en el siglo XVIII.
En Benifairó de les Valls, cabe destacar la Casa de Lluís Guarner, una casa solariega del siglo XVIII cuyo último habitante fue el poeta, profesor y escritor que le da nombre. Lluís Guarner (1901-1986) dotó de un gran jardín a la casa decorado con antigüedades y obras de arte, dejando en el inmueble una importante biblioteca. Hoy en día se utiliza como gran espacio abierto a propuestas culturales durante todo el año. A escasos metros, está la Casa de Sánchez Coello, en la que nació, en 1531 Alonso Sánchez Coello, pintor de cámara de los Reyes de España. Está rehabilitada pero mantiene sus elementos y estructura originales, y también se ha convertido en espacio cultural de referencia. Cuenta con un Palacio Señorial cuya construcción se remonta a la primera década del siglo XVII cuando Joan Vives de Canyamás, embajador de Felipe III en Génova encargó su realización. Pero quizá lo más emblemático de la población sea la Ermita de la Virgen del Buen Suceso a la que se accede a través de 189 escalones y desde la que se disfruta de una visión panorámica de prácticamente toda la Vall de Segó.
Por su parte, Faura se encuentra próxima a Benifairó de les Valls y nos muestra un rico patrimonio histórico. Su Casa Condal, considerada Bien de Interés Cultural, fue en su origen la pequeña fortaleza defensiva de una alquería islámica, convirtiéndose en casa residencial en el siglo XV. Situada también en la Plaza Mayor nos encontramos la Iglesia de los Santos Juanes, construida en el siglo XVIII al reedificar la antigua iglesia del siglo XVI. Destaca su retablo mayor, de mármol y del siglo XXI, que es una copia del de San Lorenzo del Escorial. Otros lugares que podemos visitar son la ermita de Santa Bárbara, el lavadero público o la plaza de Almorig, antigua plaza de la población musulmana.
Quart de les Valls i Quartell
En Quart de les Valls encontraremos la Casa de la Cultura, edificio calificado como Monumento Histórico Artístico Nacional y construido en el siglo XVII. También merece la atención la Ermita del Cristo de la Agonía, iglesia en miniatura que data del siglo XVIII o la Iglesia de San Miguel Arcángel construida en 1771. Pero si existe algo que define la esencia de esta localidad de gran riqueza medioambiental es La Font (la fuente), situada a unos 200 metros del núcleo urbano. Este manantial de agua dulce abastece a todos los campos del norte de la comarca desde tiempos inmemoriales. Un paseo por la zona permite disfrutar de la tranquilidad entre pinos y palmeras. También a las afueras nos encontramos con el Molino de Viento, una antigua construcción en la cima de una colina que para muchos se trata, en realidad, de una atalaya de vigilancia árabe. La vista desde este molino sobre el valle resulta espectacular.
En Quartell es de visita obligada el Molino Nuevo, edificado en 1741 y restaurado en 2001. Conserva la estructura y maquinaria original de los dos molinos, uno de trigo y otro de arroz, que estuvieron en funcionamiento hasta los años 60 del siglo pasado. También alberga el Museo del Agua, elemento fundamental en este valle. Un pequeño paseo por la localidad permite descubrir el Palacio de los Condes D’Orbe i Pinies, de 1741, o la iglesia de Santa Anna de Quartell, fechada en 1669.
Antes de abandonar el valle, resulta imprescindible una visita a La Marjal “El Quadro”, un humedal próximo a Quartell declarado Lugar de Interés Comunitario por su gran valor ecológico y especial protección de aves acuáticas y vegetación endémica. Y es que en este valle, el agua es uno de los elementos más representativos. Podemos disfrutar de ella siguiendo la denominada Ruta del Agua y realizarla a pie o en bici, visitando numerosos aljibes y conociendo el recorrido del agua a través del sistema de riego histórico, además de disfrutar entre campos de huerta y naranjos.