La sorprendente iglesia de Santa María de Requena
Pocas portadas de iglesias sorprenden tanto como esta gótica de Santa María, en Requena. La población es un destino muy interesante a nivel cultural, pero también gastronómico. ¿Te animas a hacer una escapada?
La ciudad de Requena, en la provincia de Valencia, está situada entre la meseta castellana y el mar Mediterráneo. Con importantes yacimientos arqueológicos, es una zona con una amplia historia, ya que sus orígenes se remontan a la Edad del Hierro. Descubrir su pasado, sus parajes naturales, las fiestas, en especial las gastronómicas, sus importantes bodegas, barrios o museos se convierte en un placer para todo visitante en cualquier época del año.
Uno de esos placeres, lo constituye, sin lugar a dudas, la visita a la iglesia de Santa María. Aquí nos detenemos, aunque el legado cultural de Requena es tan amplio que podríamos hacerlo en otros muchos edificios también de gran interés histórico y cultural.
La iglesia de Santa María
Este templo está considerado como la mayor de las tres iglesias de La Villa de Requena, declarada Monumento Histórico-Artístico Nacional en 1931. Los historiadores no se ponen de acuerdo sobre sus orígenes, ya que aunque se puede enmarcar en el estilo gótico, algunas fuentes apuntan a lo que el historiador Rafael Bernabeu sostiene: que fue construida en el siglo XIV y que “la obra primitiva era de estilo románico". Existen testimonios que sitúan su existencia en 1333, antes de la construcción gótica de la capilla mayor y de la nave barroca de principios del siglo XVIII.
Sea como fuere, su andadura no ha sido nada fácil. En 1897 se suprime su actividad como iglesia, aunque permanece abierta hasta 1936. En la Guerra Civil fue utilizada como almacén y saqueada, desapareciendo numerosos elementos como el altar mayor, la imaginería y el órgano, datado en 1738. En el año 1987, el Ministerio de Cultura inició los trabajos de restauración del edificio y de algunas policromías de estilo barroco. A finales del año 2000 de estos trabajos, se bendice la iglesia por el Arzobispo de Valencia. Sin embargo, no está dedicada en la actualidad al culto. Desde su apertura al público, en el año 2005, alberga numerosas exposiciones y es un maravilloso lugar en el que disfrutar de conciertos.
En su interior podemos observar que tiene una sola nave y capillas adosadas entre sus contrafuertes. Al observar la bóveda encontramos dos estilos, el gótico en la zona del altar con tracería del siglo XVI y el barroco del siglo XVIII en el resto de los elementos. También veremos el estilo barroco en el coro, construido en1763 por Antonio García. Destaca la capilla de Nuestra Señora del Rosario, con dos cúpulas, una de ellas con pinturas de ángeles músicos, en cuyos muros se representa la Batalla de Lepanto con una pintura al óleo, y otro con el milagro atribuido a Santo Domingo de Guzmán de un legendario caballero decapitado.
La portada gótica de Santa María de Requena
El elemento más destacado de este templo es su portada. Se trata de un precioso frontal simétrico y abocinado del gótico flamígero de principios del siglo XVI. Desde su umbral aparece un banco pedestal del que surgen tres de las cuatro arquivoltas de que consta. Se encuentran adornadas con hojas de acanto, imágenes de animales fantásticos y figuras humanas.
El tímpano está dedicado a la Anunciación del Señor y en el parteluz aparece la Virgen con el Niño en un pedestal adornado de ángeles músicos que pueden relacionarse con virtudes y poderes, y doce vírgenes símbolos de virtud y castidad. A la misma altura, y a los lados de la fachada, se observar la imagen de los apóstoles: Santiago Apóstol con su característico sombrero y su zurrón, San Andrés portando la cruz en forma de aspa, San Juan y San Bartolomé. Entre los años 2012 y 2013, se llevaron a cabo trabajos de restauración en los que se situaron dos apóstoles más en cada uno de los extremos. Además de la limpieza de la suciedad, en la tarea conservacionista, también se trató la piedra y se eliminaron elementos dañinos acumulados a lo largo de los siglos.
En la cornisa superior hay diferentes figuras de animales con gran simbología haciendo alusión a los pecados: asno alado (pereza), delfín alado (salvación-resurrección), salamandra (fuego y castidad), un perro (símbolo de la envidia y también de la fidelidad), un caracol (símbolo del pecado y la pereza)… En definitiva, nos encontramos ante un monumento que no debemos dejar de visitar. Si a ello añadimos la amplia oferta cultural y gastronómica de Requena, el visitante quedará encantado con este destino y la experiencia que se lleva en su recuerdo.