Piscinas naturales en la provincia de Valencia
En la provincia de Valencia la posibilidad de darse un chapuzón son infinitas. Descubre, más allá de la playa, los mejores parajes naturales de interior en los que poder bañarse.
Piscinas naturales, cascadas abrumadoras, aguas cristalinas y auténtico paraísos en plena naturaleza. Conoce los mejores lugares en los que poder bañarse y refrescarse en los meses más cálidos del año sin necesidad de ir a la playa, en Valencia.
Desde el Pou Clar, en Ontinyent, hasta los lagos de Anna pasando por el Turche, en Buñol. Tres opciones en las que poder disfrutar de un día completo donde poder hacer un sendero, contemplar el paso de los años en las rocas, aprovechar para compartir una comida en familia y, por supuesto, darse un buen baño.
El Pou Clar, en Ontinyent
El Pou Clar (pozo claro, en castellano) es un paraje fluvial de gran valor natural y paisajístico. Se trata de unas piscinas naturales con aguas cristalinas y muy frías que se encuentran en Ontinyent, en la provincia de Valencia. El nacimiento del río Clariano es allí mismo y en esos primeros metros es donde se forman esa especie de pozos excavados sobre roca calcárea por la propia agua. Conceden a la vista un espectáculo singular con formas redondeadas rellenas de agua cristalina en calma.
La mejor opción para llegar hasta allí es a pie, a través de un sendero de fácil recorrido y de una hora de duración, aproximadamente, desde Bocairent. En la parte inferior del paraje, hay una zona en la que se puede hacer una parada previa o posterior, a merendar o comer rodeados de pinos y carrascas, conocida como la pineda de Galindo. Actualmente, el acceso está controlado y su aforo es limitado ya que en los últimos años ha sufrido un gran deterioro a causa de la gran afluencia de turistas en la zona.
La Cueva del Turche, en Bunyol
En este espacio natural la protagonista es una cascada central que cae desde lo alto de la pared de rocas hasta una poza. Se encuentra al margen derecho del río Juanes, entre los términos de Bunyol y Yátova. El conjunto geológico es de fácil acceso y está formado por la cascada, el lago y una zona de picnic. Además, detrás de la gran caída de agua hay una pequeña cueva llena de barro en la que a la gente le gusta entrar y ungirse con él. Para bañarse, es aconsejable llevarse sandalias de goma atadas pues el fondo es bastante rocoso y así evitamos lastimarnos.
Su origen está en una colina que se hundió y formó este gran hueco en la tierra que se comunica con el exterior. En la parte izquierda superior, se puede distinguir la roca madre con más de 70 millones de años, y el resto son de una formación más reciente, unos 30 millones de años. Durante las épocas del año en las que más llueve la cascada alcanza su mayor volumen creando una estampa espectacular de 60 metros de caída.
El lago de Anna, en Anna
Este lago o albufera se encuentra muy próximo a la población de Anna, rodeado de vegetación. Abundan los sauces llorones, los olmos, eucaliptos, álamos y plataneros, que crean una magnífica sombra en los meses más calurosos del año. Esta gran masa de agua dulce proviene de diferentes manantiales y en ella se encuentran patos, ocas y otras especies acuáticas como barbos y truchas. Aunque en el propio lago no esté permitido el baño, muy cerca hay una piscina habilitada para ello sobre la que cae una cascada que emana de las rocas.
Uno de sus principales atractivos es el de poder alquilar una barca y recorrer el lago hasta acercarse a un pequeño islote en el que se han encontrado restos Mesolíticos y Eneolíticos, pues se supone que este lugar fue zona de asentamientos prehistóricos. El conjunto paisajístico cuenta con áreas de picnic, fuentes de agua y parque infantil, además de un camping muy próximo. Para poder acceder a los lagos se cobra una entrada que varía en función de la época y que sirve para garantizar su conservación.
