Castellar de la Meca, un poblado ibérico en el Valle de Ayora
Este impresionante poblado milenario, ubicado en la finca “Casas de Meca” se puede conocer a través de visitas guiadas o cada domingo por la mañana a tu aire.
El poblado ibérico Castellar de la Meca se encuentra en el término municipal de Ayora, entre Moixent y Jalance, en la provincia de Valencia. Su época corresponde al ibérico, entre los siglos V y II a.C., y también al bronce, romano, islámico y medieval. Está en la comarca de El Valle de Ayora-Cofrentes, sobre la colina del Mugrón de Meca, en la finca privada de “Casas de Meca”.
Al tratarse de una propiedad privada, el yacimiento solo se puede visitar los domingos de 9 a 14h. Durante el horario de visita se puede hacer un pequeño recorrido, de unos 5 kilómetros desde la zona de aparcamiento, para contemplar los restos de este poblado, declarado Monumento Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural en junio del año 1931.
Qué ver en el poblado ibérico de Castellar de la Meca
El poblado tiene más de 2000 años de antigüedad, aunque parece ser que la última vez que estuvo habitado fue durante la época medieval, entre los siglos XIII y XIV, pues hay restos de murallas, escaleras talladas, un trinquete, varias cisternas y otros restos. Se cree que pudo ser un gran almacén de productos agrícolas, de ahí el camino que existe desde el llano conocido como Camino Hondo, un camino milenario de roca excavada. Se trata de una magnífica obra de ingeniería prerromana, con una pendiente de 30%, en la que todavía se pueden ver las marcas de las ruedas de los carros que pasaron durante 1500 años. Además, en los laterales hay unas hendiduras en la piedra que se cree pudieran servir para introducir estacas de maderas y sujetar las ruedas para evitar su deslizamiento.
La construcción del camino y este sistema de almacenaje, indican que se trataba de una clase dirigente con capacidad de organizar recursos y gestionarlos eficazmente. En épocas de crisis, tanto la defensa como los recursos que habían sobrado durante la bonanza serían fundamentales para la supervivencia.
Precisamente, estas clases dirigentes y la buena organización de sus sistema económico, fueron la base del desarrollo de la cultura ibérica desde el siglo V al siglo III a.C. Tuvieron la capacidad de crear monumentos funerarios, necrópolis, santuarios y esculturas. Castellar de la Meca fue un importante centro económico y, tras algunas excavaciones científicas, se confirma que fue una de las principales ciudades ibéricas, de la que hay restos de muros, una fuente con su caño original (aunque con alguna modificación), y unas escaleras escavadas de la época ibérica.
Ayora histórica
El poblado de Castellar de la Meca se encuentra en Ayora, población que pertenece al Reino de Valencia desde el año 1305, ya que antes fue del Reino de Castilla. Sin embargo, Ayora, antes de ser valenciana y castellana, fue musulmana, así como visigoda y romana y, por supuesto, poblado íbero.
Aunque la ciudad ibérica desapareció con la conquista de los romanos, se mantuvo su influencia durante algunos años más tarde. Con el paso de las décadas y los siglos, la población fue creciendo y extendiéndose, construyendo incluso habitaciones medievales rectangulares. Sin embargo, se tiene constancia de que en el siglo XV estaba desierta, probablemente debido a un brote de peste negra que hubo en la zona a mediados del siglo XIV.
Como curiosidad, se dice que los llamados gazpachos ibéricos, no manchegos, tienen su origen precisamente en Castellar de la Meca, pues está documentado por afirmaciones de Francisco Seijo Alonso, o el escritor José Martínez Sevilla.