Vallanca, un pueblo de altura en Valencia
Conoce este pequeño municipio de la comarca de Rincón de Ademuz que limita con la provincia de Cuenca y que se caracteriza por un relieve abrupto debido, en gran parte, a su altura, pues tiene una elevación de casi 1000 metros.
Vallanca está dentro de la provincia de Valencia. Actualmente, tiene una población censada que no llega a los 200 habitantes y cuenta, en su propio término municipal, con la aldea de Negrón, prácticamente despoblada. Se caracteriza por un relieve desigual, caracterizado por el accidente geográfico que traza el valle del río Vallanca o Bohílgues, que desemboca en el Turia.
En la actualidad, el pueblo lucha por evitar su despoblación ya que, hoy en día, su principal actividad económica se basa en la agricultura, de secano; y la ganadería, ovina y apicultura. Recibir a los turistas también forma parte de su economía, y bien merece una visita este pequeño municipio que guarda, entre sus callejuelas, un importante pasado.
El encanto y la historia de Vallanca
Cuestas, rincones con encanto y casas que, en la mayoría de los casos, todavía tienen el aspecto original que mostraron en su construcción, hace siglos. Así es Vallanca, que podría recorrerse en media hora pero que, sin embargo, merece que se le dedique mucho más tiempo. Por supuesto, puedes desplazarte en coche, pero otra de las opciones para llegar hasta allí y quedarse un buen rato es haciendo la Ruta del Agua del Río Bohígues, que parte desde la oficina de turismo de Ademuz.
Su historia se remonta a principios del siglo XIII, como parroquia incluida en las tierras de Ademuz, pero dentro del arzobispado de Segorbe. Durante la Edad Media fue un lugar muy importante debido a su situación fronteriza con Castilla, pues estaba en la parte más occidental de la comarca, llegando a ser la segunda parroquia del Término General de Ademuz.
En abril de 1695 obtuvo su independencia administrativa al ser nombrada Villa Real por el privilegio real del rey Carlos II. Fue la tercera población de la comarca con esta distinción tras Castielfabib y Ademuz. Todavía se conservan los documentos en los que constan los nombres de las personas que delimitaron el término municipal poniendo mojones, de las cuales llaman la atención sus apellidos de origen aragonés y navarro, lo que indica que Vallanca fue repoblada por habitantes de estos lugares tras la reconquista de Jaime I.
Lugares de interés en Vallanca
Pese a ser un pequeño municipio, la Villa de Vallanca cuenta con muchos lugares de interés para visitar como patrimonio religioso, civil y fuentes con una gran historia. La parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles es una de las más antiguas del Rincón de Ademuz, pues se recogen datos ya del primer tercio del siglo XIII. Sin embargo, el aspecto que tiene actualmente es de finales del siglo XVII, de estilo barroco. Por su parte, la Ermita de la Santísima Trinidad o de San Roque es de la segunda mitad del siglo XVII y tiene forma de cruz latina. Desde su exterior, se puede contemplar una estupenda panorámica del entorno.
Las fuentes son otro gran atractivo turístico. Cuenta la tradición que en Vallanca hay más doscientas fuentes debido a que fue el primer pueblo del Rincón de Ademuz en disponer de agua potable. Hasta los años 50 los habitantes del pueblo iban hasta la orilla del río o a la fuente de los caños a por agua; pero a partir de entonces se instalaron algunas fuentes públicas que mejoraron su calidad de vida.
Son muchas las fuentes que pueden visitarse como la conocida fuente Podrida, que debe su nombre a que las aguas que emanan de ella tienen un olor fétido, debido al alto contenido sulfuroso de su agua. El barro que se forma es adecuado para el tratamiento de algunas enfermedades dérmicas. Otras fuentes conocidas son la de La Teja, El Romero, El Vallejo la Cana, Fuencarejo, Fuencaliente y un largo etcétera.