Torrebaja, localidad histórica en el Rincón de Ademuz
Siglos de historia han marcado a esta población, que se vio especialmente afectada durante la Guerra Civil. Descubre este fantástico lugar, que alberga un rico patrimonio.
El Rincón de Ademuz es una comarca situada en el interior de la Comunidad Valenciana y separada de ella por el municipio conquense de Santa Cruz de Moya y por Arcos de las Salinas, perteneciente a Teruel. Regada por el río Turia y perteneciente a la provincia de Valencia depara rincones dignos de ser visitados. Su enclave, el entorno natural, la gastronomía y su gente dejarán en la memoria del visitante estampas, sabores y sentimientos que perdurarán en nuestra memoria.
Hoy nos adentramos en uno de sus municipios: Torrebaja. Se encuentra en el margen derecho del río Turia y, en un punto amplio del valle fluvial, su pequeña extensión se encuentra rodeada de altas montañas que forman parte de las estribaciones de los Montes Universales y de la sierra de Javalambre. Se alza a 742 metros sobre el nivel del mar.
Historia de Torrebaja
El pequeño término municipal de Torrebaja está formado por dos núcleos de población: su casco urbano de Torrebaja, donde encontramos el Torreón de los Picos y la Casa Señorial de los Ruiz de Castelblanque, y la aldea de Torrealta, donde se puede observar el Torreón y la Casa Grande de los Garcés de Marcilla. Este Torreón, así como la mencionada Casa Señorial de los Ruiz de Castelblanque, fueron declarados Bien de Interés Cultural en 2003.
Aunque fue fundada a principios del siglo XVII, tras la expulsión de los moriscos (1609-1614), sus orígenes parecen remontarse a principios del siglo XV, según registros documentales que señalan el entorno de su Ermita de San José como un recinto morisco, y el solar del ermitorio como una humilde mezquita. El término municipal, en aquella época, pertenecía al mayorazgo de los Ruiz de Castellblanque. De uno de aquellos primeros señores se tienen registros gracias al Testamento de Diego Ruiz de Castellblanch (1638). Dos siglos después, con la Ley de Desamortización de 1854, Torrebaja contempló uno de los mayores acontecimientos de su historia, ya que su dueña y señora en aquel momento, Doña Juana Casaus, procedió a la liquidación de su patrimonio en la localidad entre sus colonos y renteros (23 de enero de 1856).
Durante la guerra civil española, uno de los pueblos más afectados por el conflicto fue, precisamente, Torrebaja. Dada su proximidad al frente de Teruel, toda la comarca de El Rincón de Ademuz sufrió el asalto de tropas del ejército republicano y posteriormente la contraofensiva del bando sublevado. En Torrebaja se instaló el llamado Hospital de Sangre, hospital militar que se mantuvo durante toda la contienda. También se instaló allí el Estado Mayor del XIX Cuerpo del Ejército republicano y el Alto Comisionado de Guerra. Por todo ello, la población fue bombardeada en numerosas ocasiones. El más importante de estos bombardeos se produjo el 26 de noviembre de 1938, causando un gran número de muertos y heridos, así como importantes daños materiales; fueron derribados veinticinco edificios entre los que se encontraba la Iglesia Parroquial de Santa Marina, la cual tuvo que ser demolida tras la guerra.
Qué ver en Torrebaja
Un paseo por la localidad nos dará a conocer los numerosos ejemplos de arquitectura civil y religiosa que este municipio posee. El mencionado Torreón de los Garcés de Marcilla y la Casa Señorial de los Ruiz de Castelblanque están reconocidos como Bienes de Interés Cultural. Destacamos la Casa Grande y el Torreón de los Picos, signo del pasado señorial de Torrebaja y muestra de la arquitectura tradicional en la zona.
También merece una visita la iglesia parroquial de Santa Marina, reedificada tras finalizar la Guerra Civil; la Ermita de San José y la Ermita de San Roque, a las que se hace referencia ya en el siglo XVII en el Testamento de Diego Ruiz de Castellblanch. La iglesia parroquial de Santa Ana es un templo de construcción gótico-mudéjar del siglo XVI, con una curiosa la cubierta en la capilla mayor que consiste en una bóveda gótica estrellada.
Al salir de la localidad recorriendo el sendero de La Loma, encontraremos un conjunto recientemente acondicionado de la Guerra Civil. Se trata de dos refugios excavados en la ladera y una serie de trincheras y nidos de ametralladoras, construcciones militares que nos recuerdan un pasado no muy lejano. Por supuesto, una de las tareas más interesantes en Torrebaja es degustar su rica y variada gastronomía: las gachas de panizo, el puchero de pueblo, los asados de cordero y los embutidos de cerdo, así como una gran variedad de pastas y dulces.