Toledo en un día: todo lo que puedes ver
Como Ciudad Patrimonio de la Humanidad lo ideal es descubrirla despacio y con mucho tiempo. Pero si quieres profundizar en otra ocasión, aquí te contamos qué ver y hacer en Toledo en un día.
Con sinceridad, te vas a perder muchas cosas si pretendes ver la capital de Castilla la Mancha en un solo día, pero no deja de ser un excelente aperitivo para una próxima visita con más tiempo. Te contamos qué ver y hacer en Toledo en un día, ve abriendo los ojos y todos tus sentidos.
Porque vas a necesitarlos todos para abarcar la inmensidad de una de las ciudades más espectaculares y visitadas de nuestro país. Toledo es inabarcable en un día, pero anota lo que no te puedes perder en una primera toma de contacto.
Una mañana en Toledo
Es ideal comenzar la visita a la Ciudad Imperial en la Plaza de Zocodover, con su trazado irregular tan diferentes a las típicas calles castellanas que ya te anuncia que no estás en una ciudad cualquiera. Estás en Toledo y bajo el Arco de la Sangre te da la bienvenida Miguel de Cervantes.
En los alrededores de la Zocodover se encuentra el fabuloso Alcázar, sede del Museo del Ejército y de la Biblioteca de Castilla la Mancha. No, no hace falta que entres en esta primera visita, porque la mañana la tienes reservada en el lugar más especial del mundo, la Catedral Primada.
De Zocodover a la Catedral vas por la calle Comercio o la calle Ancha. La torre inmensa te va señalando el camino a seguir, aunque no pasa nada si decides tomar alguna callejuela alternativa y dar un par de rodeos por el laberinto toledano siempre sorprendente.
La Catedral Primada, la Catedral de Santa María o, sencillamente la Catedral te atrapará con sus museos, sus tesoros, sus cuadros, su transparente, su audiovisual, su claustro. Y seguramente querrás subir hasta la Campana Gorda. Cuando mires el reloj se te habrá pasado toda la mañana entre los muros de este templo de la belleza.
Una tarde en Toledo
No te inquietes. Porque una mañana en la Catedral de Toledo es una mañana bien aprovechada que no podrás olvidar. Pero recuerda que estás en la ciudad de acogida del genial pintor cretense El Greco, así que toca rendirle honores. El barrio de Santo Tomé, en plena judería, está repleto de huellas del Greco.
Y también de tiendas de artesanía con el famoso damasquinado como protagonista absoluto. Con permiso del mazapán y de las espadas. En Santo Tomé también puedes hacer una parada para ir de tapas, generosas y sabrosas en cualquier local de la ciudad. Una vez has repuesto fuerzas, vamos con el Greco.
En la iglesia de Santo Tomé se encuentra una de las obras maestras del Greco. Tan impresionante es que el cuadro se expone en solitario en una sala pequeña que invita al asombro. Hablamos del Entierro del Señor de Orgaz, una parada que, si no te dejas atrapar, no te llevará mucho tiempo.
Para saber más del pintor cretense está el Museo del Greco, otra de esas visitas imprescindibles en Toledo. Y al lado del museo se encuentra la Sinagoga del Tránsito o el Museo Sefardí, al que puedes entrar por cambiar de temática y hacer honor a esa convivencia entre culturas de la que hace gala la historia toledana.
Se está acabando el día, es cierto. ¿Una última visita? Prueba con el Monasterio de San Juan de los Reyes, con un interior tan espectacular como su exterior. Allí también hay un mirador sobre el Tajo. ¿Ves ese puente?
Es el Puente de San Martín, que junto con el Puente de Alcántara y las diferentes Puertas de la muralla toledana forman parte de los imprescindibles. Pero hoy ya no te da tiempo, así que mantén en tu memoria la silueta de ese puente legendario porque te estará esperando para la próxima visita a Toledo.