La Sierra de San Vicente, en Toledo
La naturaleza y el hombre llevan conviviendo en la Sierra de San Vicente desde la Prehistoria, ofreciendo en la actualidad una buena cantidad de recursos turísticos, principalmente etnológicos y naturales.
Situada al noroeste de la provincia de Toledo, en el límite con la Comunidad Autónoma de Madrid y la provincia de Ávila, la sierra toledana de San Vicente se encuentra enclavada entre el Valle del Tiétar y el Valle del Alberche, siendo una de las primeras estribaciones, al sur, de la Sierra de Gredos. Además de una serranía, da nombre también a una comarca toledana.
Este pequeño conjunto de montañas, cuyas alturas oscilan entre los 800 y los 1.350 metros, está situado muy cerca de Talavera de la Reina, y es una zona todavía poco conocida turísticamente hablando, por lo tanto se halla libre de masificaciones. Se trata del lugar ideal para los amantes de la naturaleza y los aficionados al senderismo, y la mejor época para recorrerla en durante los meses de primavera y otoño, cuando el paisaje muestra su mejor cara.
La lista de pueblos que abarca la Sierra de San Vicente incluye Almendral de la Cañada, Buenaventura, Cardiel de los Montes, Castillo de Bayuela, Cazalegas, Cervera de los Montes, El Real de San Vicente, Garciotum, Hinojosa de San Vicente, La Iglesuela del Tiétar, Marrupe, Montesclaros, Navamorcuende, Nuño Gómez, Pelahustán, Pepino, San Román de los Montes, San Román de los Montes, Segurilla y Sotillo de las Palomas.
Qué ver en la Sierra de San Vicente
La presencia del hombre en la Sierra de San Vicente desde tiempos prehistóricos ha dejado su huella en forma de chozos, cercas, molinos, brocales... Hay excelentes muestras de etnología popular en la zona, destacando los neveros o pozos donde antaño almacenaban nieve para las épocas más cálidas.
Respecto a los monumentos, el legado histórico es también impresionante. Recorriendo los pueblos de la comarca podremos encontrar desde verracos célticos a iglesias renacentistas, pasando por fortalezas árabes, castillos medievales o antiguos puentes.
Dotada de una gran variedad paisajística, esta sierra toledana cuenta con una frondosa vegetación mediterránea. Es habitual la presencia en la zona de castaños, encinas, enebros o alcornoques. En cuanto a la fauna, se pueden ver liebres, perdices, conejos, jabalíes, zorros, corzos, ciervos o ardillas, entre otras especies, y los arroyos de la comarca son ricos en barbos y lucios.
Qué hacer en la Sierra de San Vicente
El senderismo es la actividad estrella en esta sierra toledana, por la que discurre la Senda Viriato GR (Gran Recorrido), que va uniendo a lo largo de 140 kilómetros todos los municipios de la serranía y recorriendo bellos parajes naturales.
Llegada a hora de comer, el viajero podrá degustar lo mejor de la cocina tradicional comarcal, que incluye platos como el cocido con aliño, las patatas de puchero, los salmorejos, las migas, la chanfaina, las orejas a la salsa o los asados de cochinillo. Hay dos delicias gastronómicas que podremos probar y comprar para llevar de vuelta a casa: la mermelada de la sierra y los dulces de la comarca.
Y siguiendo con la línea de las compras, durante nuestra estancia en la Sierra de San Vicente podremos adquirir bella cerámica de Sartajada o tallas en madera de Almendral de la Cañada y de otros pueblos. Además, en la comarca hay una excelente industria del mueble y de la forja.