La Catedral de Toledo: tesoros de la ciudad del Tajo
Como Ciudad Patrimonio de la Humanidad, Toledo merece una visita sin prisa para poder apreciar toda su grandeza. Hacemos una parada en uno de los monumentos más importantes, en la Catedral de Toledo, que es la joya más preciada de la ciudad.
Es cierto que en una escapada de fin de semana a Toledo te puedes enamorar de su laberinto de calles, de cada leyenda que cuentan sus piedras y del ambiente histórico que se respira en la ciudad del Tajo.
Pero también es cierto que por ser la capital de Castilla la Mancha una Ciudad Patrimonio de la Humanidad, tal vez te sepa a poco una sola visita en la que no puedes apreciar los detalles de su grandeza. Proponemos una visita sin prisa y sin pausa a la Catedral de Toledo, la joya más preciada de la Ciudad de la Tres Culturas.
La importancia de la Catedral de Toledo
La Catedral de Toledo es la Catedral de Santa María y también la Catedral Primada. Primada por ser la Primera, por ser la más importante de nuestro país y muy a pesar de otros templos fantásticos como la Catedral de Sevilla o la Catedral de León. Esta Catedral de Toledo es la Primada.
Empezó a construirse en 1227 a instancias del Arzobispo Jiménez de Rada sobre los restos de un templo visigodo que también fue utilizado como mezquita. Se empieza a adivinar así de qué se trata ese famoso sobrenombre de Toledo como "Ciudad de las Tres Culturas", ya que los diferentes pueblos que han vivido y convivido en la ciudad han dejado su inevitable huella.
El templo tiene un estilo gótico de inspiración francesa y llevaría siglos hasta su finalización. Consta de 5 naves, sostenidas por 88 columnas y 72 bóvedas. Y no nos olvidemos de su torre, esa aguja visible desde casi cualquier punto de Toledo que atrae como un imán hacia las puertas de la Catedral.
Qué ver en la Catedral de Toledo
Y una vez que entras en la Catedral Primada, todo es fascinación, todo es impresionante. Dentro de la catedral hay diferentes museos, por ejemplo la sacristía, que es una de las mejores pinacotecas de nuestro país. Con el grandioso fresco de Lucas Jordán en su bóveda, la sacristía cubre sus paredes con cuadros del Greco, Caravaggio, Tiziano, Van Dick o Goya.
También forman parte de los museos el Coro, justo frente al Altar Mayor, el Transparente, una obra cumbre del barroco que transforma a capricho los rayos de sol o la Sala Capitular, de estilo gótico flamígero y mudéjar.
Mención especial merece el Audiovisual para entender toda la grandeza del templo que estás visitando, la Custodia de Arfe, esa joya que sacan en procesión por las calles de Toledo durante el Corpus y la sala El Tesoro, en la que destacan las valiosas piezas de orfebrería y la Biblia de San Luis.
Aún te queda mucho por ver en la Primada. Una subida a la Torre se hace imprescindible para ver la Campana Gorda y para disfrutar de las mejores vistas panorámicas de Toledo. Así como un paseo tranquilo por el magnífico claustro, que invita a la reflexión y a recuperar fuerzas para continuar con la visita a esta ciudad inmensa e inabarcable.