Fuentespalda, en la comarca del Matarraña
La comarca turolense del Matarraña está de moda, como también lo están sus encantadores pueblos. Es el caso de Fuentespalda, quizá uno de los menos conocidos, pero igual de recomendable.
La comarca turolense del Matarraña, además de bellos paisajes, esconde un buen número de tesoros culturales, un gran patrimonio de fiestas y tradiciones y una gran oferta de restauración y alojamiento. Considerada como la “Toscana Aragonesa”, lo que también nos reserva son encantadores pueblos de aire medieval o renacentista.
Su capital administrativa es Valderrobres, y entre los pueblos que no hay que dejar de visitar se encuentran La Fresneda, Beceite, Calaceite, Ráfales, Torre del Compte, Peñarroya de Tastavins, Cretas o Fuentespalda.
Este último es el que nos ocupa en este artículo, un pueblo en el que, por su situación geográfica, muy cerca de la zona oriental del Aragón, se hablan algunas variedades y modalidades lingüísticas de la lengua catalana.
Qué ver en Fuentespalda
Olvídate del coche en Fuentespalda, y prepárate para recorrer sus calles y sus plazas. A nuestro encuentro saldrán monumentos como el edificio del Ayuntamiento, del siglo XVI y declarado Bien de Interés Cultural. También la Casa-Palacio de los Belsas, del año 1546 y estilo renacentista, y en la que destaca la típica galería de arcos aragonesa rematada con alero. Por su puesto no le falta el escudo familiar en la fachada. Y de la época medieval se conserva la Torreta, que formaba parte del recinto amurallado medieval, y que actualmente funciona como centro de exposiciones.
El pueblo posee una gran riqueza etnográfica, que incluye el Horno del Concejo, donde antaño los vecinos hacían pan, y un valioso conjunto de fuentes y lavaderos, que incluye la Font de la Vila, de estilo renacentista, o la Font de la Canyella, de estilo gótico.
El patrimonio arquitectónico religioso está representado por la Iglesia del Salvador, de origen gótico y ampliada en el siglo XVIII; la Capilla de San Antonio, del siglo XVIII, construida sobre el portal de acceso a la muralla medieval; la Ermita de San Pedro Mártir, del siglo XVIII, o la Ermita de San Miguel, del mismo siglo y estilo barroco.
Qué hacer en Fuentespalda
En toda la zona del Matarraña se elabora un excelente aceite, de color amarillo dorado y sabor suave, adscrito a la Denominación de Origen de Aceite del Bajo Aragón. También es tierra de almendros, proporcionando deliciosas almendras de las variedades marcona, largueta, guara, ferragnés y ferranduel. Además en la comarca se elaboran excelentes vinos y dulces, se cosechan deliciosos melocotones, y se produce buena miel y exquisitos embutidos, sin olvidar el producto cárnico estrella de la zona, el Jamón con Denominación de Origen de Teruel.
Llega el momento de conocer el entorno natural de Fuentespalda, que es de lo más variado. Cuenta con una gran zona boscosa donde predomina el pino carrasco, y en donde habita la cabra hispánica. Hay también una parte de dominio montañoso, incluida en el territorio natural de Els Ports de Tortosa-Beseit. También cuenta con parajes de ribera junto al río Tastavins, y muy cerca se encuentran los campos de cereales, los almendros, los olivos y los viñedos.
Y para disfrutar de Fuentespalda por todo lo alto, nada mejor que liberar adrenalina en su tirolina doble y continua, que es la más larga de Europa. En sólo minuto y medio se realiza una caída de dos kilómetros y doscientos metros, y se alcanzan los 120 kilómetros por hora en algunos puntos de su recorrido. Cada salto cuesta algo menos de 30 euros, y se pueden realizar de día o de noche.