Tres plazas históricas en Teruel
Desde hace años sabemos que ‘Teruel existe’, ¡y de qué manera! Conserva un legado patrimonial increíble que muestra por todos lados. Sus plazas conservan todavía mucha historia, ¡descúbrelas!
Caminando por las calles de Teruel se respira un claro ambiente medieval. Es conocida como la ciudad de los Amantes, Diego de Marcilla e Isabel de Segura, cuyos restos descansan en el Mausoleo de los Amantes, junto a la iglesia de San Pedro y por los que cada febrero se celebra una fiesta propia del siglo XIII: ‘Las bodas de Isabel’. La ciudad también es famosa por el arte mudéjar turolense que conservan las torres del Salvador, San Pedro y San Martín; así como la torre, el cimborrio y la techumbre de la Catedral de Teruel.
Visitar Teruel es descubrir todos estos lugares pero también pasear por sus calles, contemplar sus edificios y, por supuesto, deleitarse en sus plazas. Desde la popular plaza del Torico, leyenda incluida, hasta la de San Juan, pasando por la de la Marquesa. Cada una de ellas está marcada por una historia, te invitamos a que la conozcas.
Plaza del Torico
Esta plaza es uno de los lugares más importantes de Teruel, se encuentra en pleno corazón de la ciudad y es peatonal. En el centro se encuentra el famoso ‘torico’, uno de los símbolos más populares y queridos por los turolenses, en parte por su leyenda: se dice que la ciudad se fundó en el lugar en el que se quedó quieto un toro que seguía una estrella, pues en un sueño premonitorio, las tropas del rey Alfonso II, vieron que debían fundar una población en el sitio en el que se detuviera. Lo del ‘torico’ viene dado por su tamaño, pues es una pequeña figura de bronce que apenas alcanza los 45 centímetros de largo.
La plaza fue construida allá por el año 1858 por Pierre Vedel, como sustitución de una plaza anterior, y en el 2007 sufrió una remodelación que le favoreció sobremanera. Desde entonces, es un lugar de referencia para sentarse en una de sus terrazas a recuperar fuerzas y que, además, se cruza constantemente al visitar la ciudad.
Plaza de la Marquesa
En sus orígenes, este lugar llevaba el nombre de Plaza de la Comunidad, ya que las comunidades de aldeas de Albarracín y Daroca se reunían, junto con las de Teruel en la Edad Media, para la organización administrativa del Sur de Aragón. Al ser Teruel la más importante de todas, fue aquí también donde se fundó la ‘Casa de la Comunidad’ a finales del siglo XVI, actualmente Museo Provincial.
Fue a finales del siglo XVIII cuando se comenzó a llamar Plaza de la Marquesa, a causa del palacio de estilo barroco que construyó la familia Ibáñez, Marqueses de la Cañada. Durante años fue conocida por los dos nombres y, recientemente, se ha aprobado una reforma en la que la plaza tendrá dos niveles, estará repleta de vegetación y será de uso peatonal.
Plaza de San Juan
Esta plaza es, junto con la del Torico, uno de los puntos de encuentro principales de la ciudad de Teruel por ser un lugar en el que sentarse en las terrazas de los bares y restaurantes, o simplemente dar un agradable paseo. En la parte sur de la plaza está la iglesia de San Juan, detrás de ella, la ermita de San Redentor, y contiguo al templo estaba el castillo del rey Don Pedro.
Como es normal, a lo largo de los años, la plaza ha ido sufriendo transformaciones de forma voluntaria e involuntaria. En el siglo XVIII estaba el Corral de Comedias y el Palacio de los Sánchez Muñoz, del que se dice que enaltecía la apariencia de la plaza. También estaban el Banco de España y el Casino, únicas construcciones que se mantuvieron tras la guerra. Finalmente, desde el 2004, la plaza tiene una nueva apariencia, más recuperada y vistosa que nunca.