La Iglesuela del Cid, una villa medieval en Teruel con un rico patrimonio cultural
Ha sido declarada Conjunto Histórico Artístico, tiene diferentes monumentos declarados Monumento Nacional y Bien de Interés Cultural, así como elementos tan importantes que forman parte del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la Unesco.
Hay que reconocer que la provincia de Teruel depara infinidad de pueblos y villas con un encanto especial que cada día son más visitadas por turistas de toda España. Sin embargo, seguro que existen algunos lugares que quizá no sean tan nombrados y, no por ello, son menos hermosos.
Nos situamos hoy en uno de estos últimos, La Iglesuela del Cid, localidad con menos de quinientos habitantes, en la comarca del Maestrazgo, en el límite con la provincia de Castellón. Posee un gran patrimonio arquitectónico, cultural y natural. Fue declarado Conjunto Histórico Artístico en 1982.
Historia de la Iglesuela del Cid
En la zona más cercana a la población actual se han hallado yacimientos que se corresponden con la Edad de los Metales. Pero quizá el más importante pertenece a un poblado íbero que fue ocupado también en la época romana. En cualquier caso, el origen del asentamiento actual parece que era anterior a la llegada de los cartagineses y la estructura del núcleo urbano, tal y como hoy lo disfrutamos, nació con su fundación en la Edad Media por la Orden Militar del Temple, tal y como los reyes cristianos llevaron a cabo la repoblación y defensa de esta zona.
En 1089, el Cid, en su recorrido hacia Levante se asentó cerca de Calamocha, en El Poyo, y pasó por La Iglesuela. A unos cuarenta minutos de la localidad se encuentra la ermita de la Virgen del Cid. La devoción por esta Virgen nos lleva hasta la Edad Media cuando una imagen tallada de la Virgen se apareció de forma milagrosa a un pastor en el lugar donde se encuentra hoy el santuario. La imagen data del siglo XII y se la llama del Cid porque, según la tradición, Rodrigo Díaz la visitó en varias ocasiones, mostrando gran devoción por ella. Dicha talla se encuentra hoy en la iglesia de la Purificación. Cuando en 1099 murió el Cid, la zona pasó al dominio de los Almorávides.
Del siglo XVI al siglo XVIII, La Iglesuela del Cid vivió un periodo de gran esplendor. Se levantaron grandes edificios, se amplió la iglesia, se elevó su torre, etc. La arquitectura de los siglos XVI a XVII recibió influencias italianas como se puede ver en la Casa Guijarro o Casa Aliaga. En el siglo XVIII se renovaron elementos anteriores y surgieron construcciones como la Casa Matutano-Daudén, se reconstruyó la iglesia de la Purificación y aparecieron nuevas construcciones extramuros fruto del crecimiento demográfico y económico de la localidad. Durante las guerras Carlistas, toda la zona se convirtió en refugio para los insurrectos. En 1836, el general Cabrera se estableció en la Cantavieja, población cercana y mandó fortificar la villa. Carlos María Isidro de Borbón entró en La Iglesuela en 1837. En 1840, en Duque de Ahumada ocupó La Iglesuela y prosiguió el avance de las tropas hacia Morella. Durante la Guerra Civil se produjeron importantes pérdidas patrimoniales y la posguerra facilitó la destrucción de muchas construcciones.
Qué ver en La Iglesuela del Cid
Paseando por las calles empedradas de La Iglesuela del Cid llegamos a la Plaza Mayor, para ello hay que pasar por uno de los arcos góticos del Ayuntamiento. Este es un edifico gótico en el que destacan sus arcos apuntados y situado junto a la torre de defensa de la población. Seguir callejeando nos acercará al Portal de San Pablo, la única puerta que se conserva de las cinco del recinto amurallado. También podremos ver los palacios renacentistas de la casa Aliaga, la casa Grande, la casa Guijarro y la casa Blinque. Por su parte, el palacio Matutano Daudén, ha sido recientemente restaurado y convertido en Hospedería de Aragón. Se trata de un hotel de cuatro estrellas edificado en 1773 y rehabilitado posteriormente que fue declarado Monumento Nacional en 1931. Por el puente romano, construido en la Edad Media, se puede pasar de la provincia de Teruel a la de Castellón. Muy interesante es también la visita a la ermita de la Virgen del Cid, construida entre el final del siglo XIV y principios del XV, de origen gótico y conjunto declarado Bien de Interés Cultural.
No podemos dejar de pasar por el Centro de Interpretación Textil y de la Indumentaria que demuestra la importancia de la tradición textil en el Maestrazgo a lo largo de la historia. La oficina de Turismo ofrece visitas guiadas por él, enclavado en un antiguo convento rehabilitado. Además, se pueden realizar visitas guiadas de unas dos horas de duración que nos mostrarán la cárcel del Castillo Templario, la iglesia de Nuestra Señora de la Purificación, la ermita de San Roque, las murallas, los palacios antes mencionados y la arquitectura en piedra seca.
Y acabamos con esta última. La arquitectura de piedra seca se consigue mediante la superposición de piedras sin necesidad de argamasa. Este tipo de arquitectura es visible en la totalidad del término municipal de La Iglesuela del Cid, ya que la población está rodeada de uno de los mejores paisajes con esta técnica, que fue declarada Bien de Interés Cultural en 2002 y Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2018. Existe una ruta circular que parte del casco urbano y que permite conocer los distintos usos de esta técnica constructiva como en la construcción de muros, puentes, bancales, cabañas, etc.