Las Hoces del río Guadalope, en Teruel

En el curso alto del río Guadalope, sus aguas fluyen con mucha fuerza, Y no es de extrañar, porque se trata del segundo afluente más largo de la margen derecha del río Ebro, y aporta un caudal de 58 hm³/año. Nace en la Sierra de Gúdar, en Teruel, y su curso no sale de la Comunidad de Aragón.

A su paso por la localidad turolense de Castellote, en la comarca del Maestrazgo, el Guadalope ha originado unas espectaculares hoces a las que ha dado nombre, las cuales han sido declaradas Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y zona Especial de Protección para las Aves (ZEPA).

A cinco kilómetros de Castellote, por la carretera A-226 , hay que tomar un desvío que pasa junto al embalse de Santolea y llega hasta Ladruñán. Unos cien metros antes de este pueblo veremos un camino de tierra que baja hasta una zona conocida como La Algecira y llega al cauce del río. Desde allí parte una senda que sigue el cauce del río y nos adentra en las Hoces del río Guadalope. Una parte del río, en el Estrecho de Valloré, discurre sobre pasarelas sobre el Guadalope.

Los miradores del río Guadalope

Para contemplar las hoces, y toda esta hermosa zona de Teruel, nada mejor que un buen mirador. En este caso, contamos con hasta dos miradores, el Mirador de Las Eras y el Mirador de la Hoz Mala, que también nos permitirán disfrutar de las vistas de los monumentos naturales de los Órganos de Montoro y del Puente de Fonseca.

El Mirador de Las Eras se encuentra en Montoro de Mezquita, y se llega a él por el sendero PR-TE 81. Comienza ascendiendo de manera suave por una pista, para luego tomar un camino que sale a la derecha y que discurre por encima de un precipicio sobre el río Guadalope. Nos queda una fuerte pendiente por superar hasta llegar a una zona repleta de arbustos. A partir de ahí el sendero es llano y pasa por zonas de pinares, hasta llegar a una zona de estratos geológicos que hacen de mirador natural. Pero el sendero continua hasta alcanzar los 1.150 metros de altitud, desde donde las vistas son espectaculares.

Al Mirador de la Hoz Mala se accede por la carretera A-2403 en dirección a Ejulve, desde donde hay que tomar un camino que sale a la derecha, y que tiene una señal que indica la presa del embalse y la térmica de Aliaga, además del mirador. El resto del camino se realiza por una pista pedregosa y ascendente, hasta llegar a un cerro. Una vez allí veremos un cruce donde se indica que el mirador está a la derecha, y las Hoces o los Estrechos del Guadalope, como también son conocidos, se hallan a la izquierda.

Qué ver y hacer en Castellote

Comenzamos nuestra visita a Castellote recorriendo su encantador casco antiguo, que se remonta a la Edad Media, y comprobaremos que en el pueblo se conserva un gran legado de los caballeros templarios. Veremos casas blasonadas, los restos de un castillo, una fuente de estilo gótico e incluso un acueducto medieval. Destacan edificios históricos como la Iglesia de San Miguel, del siglo XIV; la barroca Iglesia de la Virgen del Agua, del siglo XVII; el antiguo edificio del Ayuntamiento, con soportales; la Ermita de San Macario, del siglo XVIII, o la Ermita de El Llovedor, del siglo XVIII.

Además de las Hoces del Guadalope, hay otros bellos parajes naturales en la zona que conocer, como la Almazara de Jaganta, las Grutas de Cristal de Molinos, el Puente Natural de Fonseca o la Presa del Embalse de Santolea, donde se pueden practicar la pesca y los deportes náuticos.

Estamos en un buen lugar para degustar la cocina tradicional de Teruel y sus productos gastronómicos más famosos, como el jamón, los melocotones, los vinos turolenses o el aceite de Oliva Virgen Extra. Y si te gustan los vinos de la tierra, o quieres saber más de ellos, lo mejor es que te acerques al pueblo de Las Planas Castellote, donde se hallan las Bodegas Borraz.