Si eres motero, la Ruta del Silencio es un destino en Teruel que no te puedes perder
Si buscas una carretera para disfrutar intensamente con tu moto, la turolense Ruta del Silencio te ofrece todo lo que buscas y mucho más.
Conocida como la Ruta del Silencio, la carretera panorámica A-1702 es una de las más bonitas que se puede recorrer en la provincia de Teruel, especialmente si vas en moto. Se trata de un trayecto que conecta las localidades de Gargallo y Cantavieja, pasando junto a serpenteantes ríos, montañas, preciosos senderos y antiguos molinos y ermitas.
Es una ruta de 63 kilómetros que invita a ser realizada con tranquilidad, haciendo paradas en todos lo maravillosos lugares que nos esperan a lo largo del trayecto. Lo más recomendable es iniciar el recorrido en la localidad de Cantavieja, donde se puede repostar, y desde allí ir conduciendo a una velocidad moderada para poder disfrutar de todos los atractivos de esta zona del Maestrazgo.
Todo lo que ofrece la Ruta del Silencio
Son numerosos los puntos destacados en los que se puede parar a lo largo de la Ruta del Silencio. Tanto es así que los que ya la han hecho recomiendan hacerla, al menos, dos veces: la primera para maravillarse y la segunda para apreciar los detalles. Durante el trayecto, además de extensos campos, se pueden contemplar antiguas ermitas, como la de San Bartolomé o San Cristóbal. También se puede disfrutar de los impresionantes Órganos de Montoro, recorrer túneles o conocer la antigua fábrica de papel.
Otro lugar, quizás menos conocido, son los Estrechos de Valloré, que serpentean junto al río Guadalope cerca de la localidad de Montoro de Mezquita. Aunque requiere una desviación, vale la pena explorarlos, ya que ofrecen impresionantes miradores y pasarelas envueltos en las paredes de piedra caliza que bordean el río a lo largo de su curso. Este sendero no es apto para aquellos que temen a las alturas, ya que tanto el Mirador de Valloré como sus estrechos y pasarelas están a una altura considerable.
No hay que olvidar la riqueza geológica de esta parte de Teruel. Muy cerca de la ruta se encuentra el Parque Geológico de Aliaga, un lugar ideal para descubrir la historia de la Tierra. Se trata de un observatorio científico y educativo que permite comprender los procesos geológicos y la evolución de la vida en nuestro planeta. Para los aficionados a la espeleología y las cuevas, también hay que mencionar el Monumento Natural de las Grutas de Cristal de Molinos, una de las más impresionantes de Aragón.
Paradas en Villarluengo y La Iglesuela del Cid
No podemos pasar por alto la visita a Villarluengo, una de las pocas localidades que atraviesa la ruta y que cuenta con magníficos ejemplos de arquitectura tradicional de adobe, tapial y madera. Ubicada entre barrancos, al pie del Monte Santo y en un entorno de los más agreste, este municipio turolense nos dejará un buen recuerdo.
Por último, es muy recomendable explorar la villa medieval de La Iglesuela del Cid, un tesoro histórico que, según la leyenda, fue visitada por el mismísimo Cid Campeador. Para conseguir mucha más información e interesantes consejos, no olvides pasarte por la web de la Ruta del Silencio.