Alcalá de la Selva, buen turismo rural en Teruel
Alcalá de la Selva es un encantador pueblo de origen medieval, ubicado en pleno corazón de la Sierra de Gúdar, que ha sabido mantener y conservar su legado histórico y monumental.
A 60 kilómetros de la ciudad de Teruel se encuentra la comarca de Gúdar-Javalambre. Es una zona de montaña donde se hallan repartidos varios encantadores pueblos que en las últimas décadas se han ido convirtiendo en interesantes destinos para los que disfrutan con el turismo rural.
Uno de esos pueblos es Alcalá de la Selva, una población de alrededor de 400 habitantes situada junto al río Valbona, entre dos montes y al pie de un peñasco en la Sierra de Gúdar. Posee todos esos encantos que buscan muchos viajeros, como un gran patrimonio monumental, un entorno natural de altura y una buena oferta de restauración y alojamiento. Y para los aficionados a los deportes de invierno, es el municipio más cercano a la Estación de Esquí de Javalambre y Valdelinares.
Recorriendo Alcalá de la Selva
El casco urbano de Alcalá de la Selva está formado por estrechas y empinadas callejuelas con casas de fachadas enfoscadas y tejados rojizos. Y por estas calles se reparte un gran patrimonio monumental, en el que destacan la Iglesia Parroquial de San Judas y San Simón, de estilo gótico aragonés y edificada entre los siglos XVI y XVII, y el restaurado Castillo de origen medieval, que se encuentra en la cima del cerro Norte.
Otros antiguos edificios religiosos que visitar en esta villa turolense son el Santuario de la Virgen de la Vega, de estilo barroco del siglo XVIII y dedicado a la patrona de la villa, y la curiosa Ermita del Loreto, que en realidad son dos ermitas unidas por sus cabeceras, y ambas son de estilo gótico-renacentista del siglo XVII.
En cuanto a lugares civiles con historia, la lista incluye la Antigua Farmacia, que se remonta al siglo XVI y acoge una impresionante colección de tarros de cerámica de Teruel; el Humilladero del siglo XVII, que tiene una cúpula decorada con esgrafiado, o el edificio del Ayuntamiento, del siglo XVIII.
Disfrutar de Alcalá de la Selva
Alcalá de la Selva es uno de los pueblos que contribuye a la merecida fama con la que cuenta el Jamón de Teruel, el cual posee su propia denominación de origen. En esta zona también se prodigan las exquisitas trufas, unos preciados hongos que aquí se emplean mucho en la cocina local. Hablamos de platos tan típicos como la pasta con trufas y salsa de foie de pato, el salteado de rebollones y setas, el pollo en pepitoria, los rollitos de pollo y Jamón de Teruel, las patatas jutas o el empedrao.
Muy cerca del municipio se halla la Estación de Esquí de Valdelinares, que fue inaugurada en el año 1970 y todas las temporadas suele contar con buena nieve para practicar los deportes de invierno. Otras actividades que se puede realizar en la zona son el senderismo, las rutas en mountain bike o jugar al golf en el Campo Municipal de El Castillejo.
Y antes de abandonar Alcalá de la Selva hay que visitar la “Piedra del Sapo”, situada a la entrada del pueblo, junto al campo de fútbol. Según una leyenda local, esta piedra posee el poder de conceder amor, salud, suerte y dinero. Y por si fuera poco, dicen que potencia la capacidad amatoria de todos aquellos que la golpeen tres veces durante una noche de Luna llena.