El Parque Natural de la Corona Forestal, en Tenerife

De todas las zonas naturales protegidas que existen en Canarias, el Parque Natural de la Corona Forestal es el más grandes de todos. Se encuentra en la isla de Tenerife, y se extiende por los términos municipales de Los Realejos, Adeje, Vilaflor, Guía de Isora, Santiago del Teide, Garachico, Icod de los Vinos, La Orotava, La Guancha, San Juan de la Rambla, Granadilla, Arico, Fasnia, El Tanque, Güímar, Arafo, Candelaria y La Victoria de Acentejo.

Por su gran extensión,

también linda con otros espacios naturales insulares, como el Barranco del Infierno, Ifonche, el Barranco de Erques, los Monumentos de Güímar, el Barranco de Fasnia, Las Lagunetas, Tigaiga, Chinyero, Ruíz, La Resbala o Los Campeches.

Constituye una visita obligada para los aficionados a la naturaleza y a las actividades que se pueden realizar en este entorno, como el senderismo y los paseos en bicicleta o a caballo. Hay mucho que ver en el Parque Natural de la Corona Forestal, y será imposible conocerlo en un sólo día, por lo que te recomendamos alojarte en Santa Cruz de Tenerife.

Qué ver en el Parque Natural de la Corona Forestal

Aunque el árbol con mayor presencia en este parque es el pino canario, cuya dura corteza es inmune al fuego, también se pueden ver grandes ejemplares de castaños, eucaliptos y cipreses. No faltan matorrales de alta montaña y fayal-brezal, y en algunas zonas se está intentando recuperar la laurisilva, un árbol muy canario.

En cuanto a los habitantes del parque, hay un poco de todo: numerosas especies de invertebrados, algunas de ellas endémicas; 37 especies de aves que anidan aquí y otras muchas migratorias y ocasionales; especies autóctonas de reptiles, como la lisa, el perenquén y el lagarto tizón, y diversos mamíferos, como murciélagos, conejos o el muflón de Córcega.

Y llega el momento de descubrir algunos de los parajes naturales más especiales del parque, como el Barranco del Río, donde agua corre continuamente; el Paisaje Lunar en los altos de Vilaflor, el lugar más parecido a la superficie de nuestro satélite, o la zona de Cuevas Negras, que se encuentra al norte de Pico Viejo.

Qué hacer en el Parque Natural de la Corona Forestal

El senderismo es la actividad reina en el parque. Hay infinidad de senderos, pero uno de los recorridos más completos es la ruta circular La Caldera – Mamio – La Caldera, cuyos dos primeros kilómetros también se pueden hacer a caballo o en bicicleta. En total, este sendero tienen una longitud de seis kilómetros, es de dificultad baja y se realiza en dos hora y medio. Empieza y termina y termina en el aparcamiento del área recreativa de La Caldera, y recorre una parte de la pista forestal de Mamio y el Barranco de Los Llanos.

Hay otras formas de recorrer o disfrutar de este gran parque tinerfeño, como volando en parapente, haciendo una ruta de mountain bike o dando un relajado paseo a caballo. Otras actividades que se pueden practicar son la espeleología o la escalada. Y si necesitas más adrenalina, aquí se encuentra la tirolina más larga de Canarias.

Para descansar y reponer fuerzas, hay varias áreas recreativas, como la de Emilio Fernández Muñoz, que está en los Altos de Los Realejos; el campamento de Madre del Agua, en Granadilla de Abona, o el área recreativa del Contador, en los Altos de Arico. Durante nuestra estancia en el Parque Natural de la Corona Forestal es conveniente llevar agua o bebidas isotónicas, algo de comida, protector solar, gorra para cubrirse la cabeza, ropa de abrigo y para agua, calzado adecuado y un móvil por si surge algún imprevisto.