El Parque Nacional del Teide, en la isla de Tenerife
El volcán Teide, y el peculiar parque nacional en el que se encuentra, constituyen una de las visitas más recomendables, casi obligatoria, en la isla canaria de Tenerife.
Es la estrella de Tenerife, en las Islas Canarias. Hablamos del volcán Teide, responsable, a base de sus erupciones, del origen del singular parque donde se halla situado. El volcán cuenta con el pico más alto de España, y fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad en el año 2007. Considerado también Monumento Natural, su última erupción tuvo lugar en el año 1798.
El Parque Nacional del Teide se encuentra en el mismo centro de esta bella isla canaria, y es totalmente diferente a cualquier otro parque nacional que hayamos visitado. De aspecto casi lunar, constituye todo un prodigio geológico. Actualmente todavía se pueden ver las fumarolas que emite con asiduidad su cráter.
Este volcán, que también es la tercera estructura volcánica más alta del planeta, está situado sobre sobre una enorme depresión calderiforme que está compuesta por dos semicalderas, las cuales están separas entre sí por los Roques de García.
Visita al Parque Nacional del Teide
Declarado parque nacional en 1954, es el más antiguo de los parques canarios, y el más visitado de España. Antes de visitarlo conviene saber que cuenta con dos centros de visitantes, uno ubicado en el Portillo y otro situado en el Parador de las Cañadas del Teide. En ambos nos informarán sobre el entorno natural del parque y sobre las tradiciones ancestrales de las Cañadas del Teide.
Su extraña pero atractiva naturaleza está integrada por conos volcánicos y coladas de lava, que con sus colores y formas le confieren un gran encanto al parque. Al atractivo volcánico del parque hay que añadir su riqueza biológica. En la zona se puede ver una gran variedad de especies vegetales endémicas y una exclusiva fauna invertebrada. De hecho, casi todas las plantas y animales que conviven en el parque son únicos en el mundo, como el rosal del guanche, la hierba pajonera, el rosalillo de cumbre, el tajinaste rojo y el azul, la retama del Teide, el cardo de plata o las más de 350 especies de insectos endémicos.
En el Parque Nacional del Teide también es fácil contemplar otras especies que sí son habituales en el resto de España, como lagartos, conejos, muflones, gavilanes, cernícalos, milanos reales o murciélagos.
Ascensión al Volcán Teide
Una de las actividades más emocionantes a realizar en el parque es la ascensión que nos llevará hasta la cumbre del Teide. Hasta los 3.555 metros de altitud se puede llegar en el teleférico, aunque ese mismo trayecto también se puede hacer a pie por el sendero que parte de la zona de Montaña Blanca, junto a la carretera. Se trata de la única ruta que tiene permitido el acceso, pero posee un trazado muy duro y tiene una duración de casi seis horas.
Los 200 metros que quedan hasta la cumbre se pueden hacer andando por el sendero Telesforo Bravo, pero su acceso está restringido. Para poder transitarlo es necesario pedir un permiso para alcanzar la cima, el cual se gestiona a través de la web reservasparquesnacionales.es Con este permiso sólo se puede acceder hasta el pico, pero sin salirse del sendero. Tampoco está permitido entrar en el cráter por motivos de seguridad y de conservación.
No te quedes sólo con la visita al Parque Nacional del Teide, aprovecha para visitar algunos de los pueblos que hay a su alrededor, como Granadilla de Abona, La Guancha, Guía de Isora, Adeje, Arico, Fasnia, Garachico, Güímar, Icod de los Vinos, La Orotava, Los Realejos, San Juan de la Rambla, Santiago del Teide y Vilaflor.