Icod de los Vinos, parada obligada en Tenerife
En nuestro recorrido por la isla de Tenerife hay que incluir la localidad de Icod de los Vinos, donde tendremos una estupenda playa, buena gastronomía, excelentes vinos y muchas y gratas sorpresas.
Ubicado al noroeste de la isla canaria de Tenerife, Icod de los Vinos es uno de esos pueblos que no hay que dejar de visitar. Su precioso casco antiguo, su famoso Drago Milenario, sus vinos artesanales o la hermosa playa de San Marcos, son sólo algunos de los motivos que hacen imprescindible conocer esta población tinerfeña. Además, desde esta localidad se contempla una de las mejores vistas panorámicas del volcán más alto de España, el Teide.
Su curioso nombre incluye una palabra castellana y otra guanche, el idioma que hablaban los primeros habitantes de las Islas Canarias. Icod procede de la palabra guanche “Ycoden”, que significa “lugar donde vivió el hijo del Grande”. Hace alusión a Belicar, el último mencey o líder guanche que hubo en Tenerife, que era hijo de Chincanayro el Grande. En cuanto a la palabra vinos, hace referencia a la tradicional cultura del vino que posee este pueblo desde que los castellanos introdujeran el cultivo de viñas en Tenerife.
Paseo monumental por Icod de los Vinos
Icod conserva varios edificios históricos, que invitan a hacer una recorrido monumental. La ruta debe incluir la Capilla de los Dolores, del siglo XVII, que formaba parte del antiguo convento de San Francisco. También la Casa de los Cáceres, del siglo XVIII, que posee un bello patio central porticado con columnas, en torno al cual se sitúan las dependencias. Se dice que esta vivienda cuenta, entre ventanas y puertas, con 365 huecos, uno por cada día del año.
Dentro de la arquitectura religiosa también podremos ver tres ermitas, la de El Calvario, del siglo XIX; la Ermita de las Angustias, que en su interior acoge una imagen de la Virgen de las Angustias del siglo XVII hecha en México, y la Ermita de San Antonio, del siglo XVII.
Entre las iglesias destacan la de San Agustín, del siglo XVI, o la Parroquia de San Marcos, cuyo aspecto actual se debe a las reformas que experimentó en el siglo XVIII. No hay que perderse el Exconvento de San Francisco, del siglo XVII, que actualmente alberga la Biblioteca Municipal, y el Museo de Arte Sacro, donde se pueden ver esculturas y pinturas de temática religiosa, además de ropa eclesiástica bordada en oro y plata. También conserva en su interior la Cruz de Filigrana, de casi dos metros, que se labró en La Habana en 1665.
Cosas que hacer en Icod de los Vinos
Lo primero que hay que hacer en Icod de los Vinos es visitar su popular Drago Milenario. Se trata de una curiosa planta arbórea característica de las Islas Canarias. En el caso de este ejemplar, su espectacularidad deriva de su edad, más de 800 años. Está situado en el Parque del Drago, junto a la la Iglesia Parroquial de San Marcos. Tiene más de 16 metros de altura y posee una base de unos 20 metros de circunferencia, estando considerado el más antiguo del archipiélago canario.
Una vez que se ha cumplido con este obligatorio ritual, llega el momento de darse un baño en la playa de San Marcos, de arena negra. Tiene forma de concha, es muy tranquila y cuenta con todo tipo de servicios. Después podremos acercarnos a conocer la Cueva del Viento, uno de los mayores tubos volcánicos que existe en el mundo. Su visita tiene un grado de dificultad media y una duración de dos horas a partir del punto de partida, el Centro de Visitantes. En el interior de la cueva se permanece alrededor de 45 minutos, recorriendo unos 250 metros.
Y, por supuesto, llegará el momento de disfrutar de la gastronomía de Icod de los Vinos, con platos como las papas con mojo, el pescado salado, las carnes a la brasas o los quesos artesanales. Y como acompañamiento, los vinos locales. Recomendamos hacer una visita a la Bodega Cueva del Rey, la más importante del municipio, que ofrece una excelente experiencia en viticultura, además de una cata de sus vinos. Se encuentra en el número 12 de Camino Ganigo, y el precio de la visita es de cieno euros por persona.