El Monumento Natural Roque de Garachico, en Tenerife
Declarado monumento natural y área de sensibilidad ecológica, el Roque de Garachico forma parte del perfil costero de la isla canaria de Tenerife.
Situado en la costa norte de la isla de Tenerife, en pleno Océano Atlántico y frente al pueblo de Garachico, el Roque de Garachico es un gran promontorio rocoso cubierto por algunas pequeñas masas de vegetación.
Forma parte de la imagen de esta localidad canaria que en el año 2021 entró a formar parte de la red de los “Pueblos más Bonitos de España”. De gran valor geomorfológico, en este islote conviven diversas especies de aves que se encuentran amenazadas.
Al término municipal de Garachico se llega por la carretera TF-42, que comunica las localidades de Icod de los Vinos y Buenavista del Norte. Saliendo desde Icod, al llegar al punto kilométrico 5 ya veremos la indicación de Garachico, e inmediatamente el Roque aparecerá ante nuestros ojos.
El Roque de Garachico
Este gran roque costero tiene una altura de 77 metros, y cuenta con una superficie de cinco hectáreas. Se halla a sólo 300 metros de la costa, y no se le puede negar el encanto que aporta al paisaje del pueblo de Garachico.
Pero el Roque de Garachico es algo más que un elemento decorativo, ya que posee un gran interés ornitológico. Sobre él suelen habitar diversas especies de aves, cada una de ellas con diferentes grados de protección. De hecho hay algunas que se encuentran en peligro de extinción, como la pardela chica, el paiño de Madeira o el Petrel de Bulwer.
Otra ave que se puede ver habitualmente sobre este promontorio canario es la garza real. También hacen parada en el roque algunas aves durante sus largas migraciones.
Qué ver y hacer en Garachico
Aunque en el año 1706 Garachico fue prácticamente devastado por la erupción de un volcán, esta villa tinerfeña supo recomponerse, llegando hasta nuestros días como un codiciado destino canario. El paso de la lava por el municipio también tuvo su lado bueno, ya que originó unas maravillosas piscinas de agua salada entre rocas.
En la villa se conservaron algunos monumentos, como el Castillo de San Miguel, del siglo XVI; el Convento de Santo Domingo, del siglo XVII y dotado de un bonito jardín, o la Iglesia de Santa Ana, que acoge el Museo de Arte Sacro. En el pueblo también se pueden ver algunas antiguas casas nobles, como la Casa de los Marqueses de Villafuerte, la Casa de los Marqueses de Quinta Roja, la Casa de los Condes de la Gomera o la Hacienda El Lamero.
Dando un paseo por el Parque La Puerta de la Tierra podremos ver los restos del antiguo puerto, que fue arrasado por el volcán, y desde prácticamente cualquier lugar de la villa se puede contemplar su lugar más emblemático, el islote Monumento Natural del Roque de Garachico.