Masca, un pueblo de altura en Tenerife

La isla canaria de Tenerife está repleta de bonitos pueblos costeros, grandes playas, lugares históricos y sorprendentes entornos naturales. Y luego está Masca, un destino tinerfeño que lo tiene todo. Lo encontraremos entre los términos municipales de Guía de Isora y Santiago del Teide, y está considerado Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Histórico.

Se trata de un enclave de montaña totalmente diferente a lo que hemos vista hasta ahora en la isla, y que hasta no hace mucho tiempo no tenía acceso por carretera, y tampoco electricidad. La única vía de comunicación era el Camino de los Guanches. Ese es el motivo de que se halla conservado tal como estaba hace mucho tiempo.

Hoy en día existe una carretera que llega hasta este peculiar pueblo, y a la que se puede acceder desde Santiago del Teide o desde Buenavista del Norte, municipio al que pertenece. Pero hay que tener en cuenta que es una vía muy estrecha y llena de curvas, y que en verano cuenta con el tráfico habitual de turistas, por lo que es necesario conducir con mucha precaución.

Qué ver en Masca

Tras alcanzar por una sinuosa carretera una altura superior a los 700 metros, llegaremos al pueblo de Masca. Lo primero que nos llamará la atención es la pequeña sucesión de casas alineadas sobre las cumbres de la montaña, como desafiando al abismo. Fueron construidas siguiendo la línea de la arquitectura tradicional de Canarias, en mampostería y madera, y buscando la total integración con el entorno.

Aquí se encuentran los barrancos más hondos de la isla, y lo podremos comprobar desde el Mirador de Cherfe, que está situado en la carretera que llega desde Santiago del Teide. Desde aquí contemplaremos las mejores vistas de Masca y del Parque Rural del Teno.

En este pequeño pueblo podremos visitar la antigua Casa de los Avinculados, que se halla en el llamado Caserío de Piedra; una iglesia del siglo XVIII bajo la advocación de la Inmaculada Concepción, e incluso un museo y un centro de artesanía. Muy cerca hay un roque que fue santuario aborigen, y en el que se conserva un interesante conjunto arqueológico con grabados rupestres. En los alrededores hay otros encantadores caseríos, como El Palmar, Teno Alto o Las Portelas.

Qué hacer en Masca

El senderismo es una de las principales actividades que se pueden realizar en Masca. Hay un buen número de rutas de montaña, y una de ellas lleva hasta una playa que tiene su propia leyenda. Cuenta que aquí antiguamente anclaban sus barcos los piratas, ya que su complicado acceso a través de los acantilados de los Gigantes hacía difícil que los encontraran.

La ruta de la playa de Masca, que tiene una duración de seis horas ida y vuelta, parte de la Iglesia de la Inmaculada Concepción en dirección a Morro Catana. Allí veremos a la izquierda un sendero señalizado, que nos llevará, a través de un barranco, por antiguos campos agrícolas hasta una zona de vegetación autóctona, con cardones, tabaibas y palmeras. Al final del barranco se encuentra la playa.

Y aunque se trata de un pueblo pequeño, no le faltan algunos buenos restaurantes donde poder degustar la tradicional cocina canaria. También tendremos la oportunidad de comprar productos gastronómicos y artículos de artesanía.