Horta de Sant Joan, una población medieval en Tarragona

Maria Reig 07 Febrero, 2022

Es innegable que Horta de Sant Joan sorprende a todo aquel que la visita, ya que se pueden encontrar desde vestigios de época medieval a un museo de Picasso, pasando por una resplandeciente época renacentista.

Horta de Sant Joan
El Trull de la Comanda

El pueblo medieval de Horta de Sant Joan se encuentra dentro del Parque Natural dels Ports, en la provincia de Tarragona, a menos de 40 kilómetros de Tortosa. Cuenta con un conjunto histórico de gran valor, donde destaca la iglesia románica-gótica del siglo XII, así como un museo Picasso, la casa de la Encomienda y el Ecomuseo dels Ports. Gracias a ello ha obtenido el reconocimiento de Bien Cultural de Interés Nacional.

La comarca de Terra Alta a la que pertenece es considerada una de las más bonitas de la zona y otro de sus atractivos, el cual no se puede esquivar, es la visita al olivo bimilenario Lo Parlot, declarado árbol monumental, ubicado apenas a 500 metros de Horta de Sant Joan y desde donde salen diversos senderos.

Horta de Sant Joan
Ebre.com

Horta de Sant Joan

La historia de Horta de Sant Joan se remonta a los primeros poblados íberos, de los cuales se tiene constancia que hubo uno en la parte alta de la localidad. En el siglo VIII los musulmanes conquistaron la zona y estuvieron hasta el siglo XII, cuando los cristianos la reconquistaron y, en el año 1165, el Rey Alfonso II otorgó la primera carta de población a Horta de Sant Joan. Once años más tarde se instalaron los templarios y, tras su disolución, los hospitalarios así como la castellanía de Amposta, perteneciente al Reino de Aragón. Esta fue su época de máximo esplendor, concretamente durante los siglos XIV, XV y XVI, en los que se fortificó y construyeron casas y edificios tan importantes como el hospital o el ayuntamiento.

El casco antiguo de Horta ha sido reconocido como Bien Cultural de Interés Nacional en la categoría de Conjunto Histórico. Se sabe que, hace siglos, contaba con un castillo, del cual ya no quedan restos pero sigue conservando algunos puntos de interés que sí pueden visitarse todavía. Es el caso de la iglesia parroquial, del siglo XIII, de una sola nave de bóveda ojival y con grandes ventanales góticos.

Por su parte, la plaza de la iglesia es del siglo XVI y tiene un marcado estilo renacentista. De esta misma época son el ayuntamiento y los edificios más importantes que la rodean. Pero para conocer Horta, lo mejor es pasear por sus calles, las mismas que inspiraron a Pablo Picasso a pintar algunas obras. Algunos de los lugares que encontramos en los aledaños del centro un interesante palacio de estilo leridano, la casa del Delme; y ya a las afueras, una torre medieval que servía para la defensa de la población conocida como torre de Galindo.

Horta de Sant Joan
Wikipedia (Autor:Future75)

Qué ver en Horta de Sant Joan

Uno de los primeros edificios en los que detenerse es el Ayuntamiento, del siglo XIV y estilo renacentista, en cuya fachada destaca un mural de Fernando VII que conmemora las Cortes de Cádiz. También está la casa de la Comanda, que fue construida en el siglo XVI como la seda de la Orden de San Juan de Jerusalén pero que actualmente es de propiedad privada. Su nombre se lo debe a que, a lo largo de los años, también ha servido como lugar en el que se recaudaban los impuestos.

Destaca el Centro Picasso, un lugar que recoge el vínculo del pintor con este lugar, que comenzó en 1898 cuando cayó enfermo de escarlatina y su amigo Manuel Pallarés le propuso pasar allí el verano para recuperarse. Allí vivió 6 meses hasta que se recuperó, en los que aprovechó para pintar. Años más tarde volvió y vivió allí durante cuatro meses en los que afianzó su estilo artístico y siguió creando. Este museo es pues, fruto de este idilio entre Picasso y Horta de Sant Joan, albergando cerca de 200 obras realizadas en este pequeño municipio.

Apenas a 2 kilómetros del núcleo de la población está el Convento de Sant Salvador. Tiene su origen en el año 1543 y durante cuatro siglos acogió a monjes franciscanos, los cuales construyeron todo el conjunto a excepción de la iglesia, que fue obra de los templarios en el siglo XIII, y de los hospitalarios, que construyeron la fachada y el atrio en el siglo XV. Lamentablemente, de este resplandeciente lugar solo quedan ruinas, salvo la iglesia y el atrio, que fueron recuperados en 1990. Actualmente, se pueden visitar con reserva previa en la oficina de turismo.

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