Siurana de Prades, el pueblo con más encanto de Tarragona

Ubicado en la comarca catalana del Priorat, en Tarragona, el pueblo catalán de Siurana es un destino de esos que te dejan realmente fascinado. Se halla sobre lo alto de un risco, y para llegar hasta allí deberemos conducir por una carretera un tanto sinuosa y algo estrecha, pero merece la pena.

Su nombre completo es Siurana de Prades, o Ciurana de Tarragona en castellano, y se halla a 50 kilómetros de la ciudad de Tarragona y a 39 de la localidad de La Selva Del Camp. No sólo se trata de un precioso pueblo medieval, de calles empedradas, antiguos edificios y viejas leyendas. Es también uno de los mejores lugares para contemplar los maravillosos atardeceres del Priorat.

A los pies de esta pequeña villa se halla el pantano de Siurana, y a su alrededor uno se queda obnubilado con la visión de las montañas de Prades, la Sierra de Gritella y la Sierra de Montsant. El conjunto es realmente impresionante, siendo una cita imprescindible en la provincia de Tarragona.

Qué ver en Siurana

Al hallarse totalmente protegida por sierras y montañas, Siurana constituyó uno de los últimos reductos de la ocupación musulmana en Catalunya. De su presencia en la zona dan fe los restos de una fortaleza árabe del siglo IX, situada en lo más alto del pueblo.

Al adentramos en la población por sus calles empedradas podremos ver sus antiguas casas de origen medieval y sus recoletos y floridos rincones. Aquí un arco medieval o un callejón, allá la Plaça Vella o Plaza Vieja, y de repente, en la calle Mayor, nos topamos con la bellísima iglesia románica de Santa María de Siurana. Fue edificada entre los siglos XII y XIII, y se halla en muy buen estado. Para preservarla no está abierta al público, pero en la puerta hay una gran superficie acristalada que nos permitirá echar una ojeada a su su interior.

Desde allí nos encaminaremos a uno de los lugares más espectaculares del pueblo, el Mirador del Salto de la Mora. A él se accede por el camino de la Trona, que arranca en las ruinas del castillo. Además de unas impresionantes vistas del pantano de Siurana y de las montañas de Prades, podremos ver en la roca la marca de una herradura. Cuenta una leyenda que Abdelazia, la hija del valí de Siurana, decidió saltar al vacío al conocer que llegaban las tropas cristianas. Pero su caballo, al ver la tremenda altura, intento frenar y clavó sus pezuñas, aunque fue inútil y ambos se despeñaron, quedando la marca de la herradura del animal.

Qué hacer en Siurana de Prades

Si eres aficionado al senderismo o la escalada, estás de enhorabuena, porque aquí encontrarás maravillosas rutas y excelentes acantilados por los que trepar. Otras propuestas para los más aventureros consisten recorrer el pantano en kayak o hacer excursiones en BTT.

No hay que olvidar que el Priorat es tierra de buenos vinos. Desde Siurana podremos acercarnos a Cornudella de Montsant, municipio al que pertenece. Allí encontraremos varias bodegas que ofrecen visitas guiadas a sus viñedos, catas de vino, comidas con maridaje… Y un divertido plan, sobre todo si se viaja con niños, es apuntarse a las visitas guiadas por Siurana. Es la mejor forma de conocer este pueblo catalán, de descubrir sus leyendas y no perderse ningún rincón. Hay cuatro tipos de visitas: la visita dinamizada, la visita teatralizada, la visita “Música, Vino y Leyendas en la puesta de Sol de Siurana” y unas visitas para escolares.

Antes de abandonar este bello pueblo, quédate con los versos del poeta catalán Josep Carner que hay grabados sobre una placa del monumento que conmemora el VIII Centenario de la Reconquista de Siurana: “Desde Siurana se ven soledades; ella es una impasible soberana, dominando los buitres y los riscos”.