Vinuesa, una cita obligada en la provincia de Soria
Cualquier momento del año es perfecto para visitar la población soriana de Vinuesa, uno de esos encantadores destinos castellano-leoneses llenos de contrastes y sorpresas.
A 35 kilómetros de la capital soriana, y a una altura de 1.107 metros, se halla el pueblo de Vinuesa. Se encuentra en la comarca de Pinares, rodeado por un privilegiado entorno natural donde los pinos son los protagonistas. También el agua tiene su protagonismo, ya que por aquí , además del río Duero, pasan el río Revinuesa y varios arroyos, como el Congosto. Además, en su término municipal se encuentran el pantano de la Cuerda del Pozo y la siempre enigmática Laguna Negra.
Este serrano municipio cuenta con un magnífico patrimonio, y en sus empedradas calles contemplaremos antiguas y elegantes mansiones y palacetes de los siglos XVII y XVIII. Y no falta una buena oferta de restauración y alojamiento en Vinuesa, que hará mucho más cómoda y agradable la estancia de los visitantes.
Qué ver en Vinuesa
Pasear por las calles de Vinuesa es ya de por sí un placer, pero siempre y cuando llevemos el calzado adecuado. Mejor abstenerse de llevar tacones para recorrer sus empedradas callejuelas y plazas. Dos sitios clave son la preciosa Plaza Mayor y la Ermita de la Soledad, del siglo XVI y situada a la entrada del pueblo.
En la misma plaza, imponente, surge la Iglesia de Nuestra Señora del Pino, construida el siglo XVI. Además de la de la Soledad, hay otras tres ermitas en la villa pinariega, la de San Mateo, la Ermita de San Pedro y la Ermita de San Antón.
Seguimos recorriendo el patrimonio local y descubrimos el Palacio de Don Pedro de Neyla, del siglo XVI; el Palacio de los Marqueses de Vilueña o de los Valtueña, del siglo XVII; la Casa de los Ramos, del siglo XVIII, o El Rollo o Picota, un monumento de origen medieval compuesto por un rollo de piedra situado sobre una planta poligonal y coronado por un pináculo. Y de la época en la que los romanos dominaban la Península Ibérica, y Vinuesa tenía el nombre de Visontium, se conservan en el municipio los restos de una calzada y de un puente romanos.
Qué hacer en Vinuesa
Tras descubrir los encantos del pueblo de Vinuesa, llega el momento de recrearnos con su entorno natural. No podemos perdernos lugares como el pantano de la Cuerda del Pozo, que en una de sus orillas acoge la llamada Playa Pita. Bajo las aguas de este embalse duerme el pueblo de La Muedra, cuya torre de la iglesia asoma en la superficie.
Otra joya de la naturaleza local es la Laguna Negra, situada a poco más de 15 kilómetros, y para llegar a ella tendremos que pasar por el bello Valle del Revinuesa. No se puede acceder hasta la laguna en coche. Hay que estacionarlo en el aparcamiento del Paso de la Serrá, y hacer el resto del trayecto, unos dos kilómetros, a pie. Al final del camino, a casi 2.000 metros de altura, nos espera esta oscura laguna, totalmente rodeada por paredes de granito y de miles de pinos.
Un buen momento para visitar Vinuesa es en agosto, durante las fiestas en honor de la Virgen del Pino y San Roque. Se celebran entre los días 14 y 18 de agosto, y en ellas se conservan tradiciones como la del Mayo o la Pinochada. El Mayo es el pino más alto de todos los que se han talado durante la temporada. Tras ser pelado, y dejar tan sólo una rama en lo más alto, se coloca en el centro de la Plaza Mayor. Durante las fiestas son muchos los que trepan por el Mayo para intentar conseguir la rama.
En cuanto a La Pinochada, es una divertida tradición protagonizada por las mujeres del pueblo. Una mañana de las fiestas, ataviadas con sus trajes tradicionales de piñorras, van recorriendo la Plaza Mayor y las calles aledañas con sus pinochas (ramas de pino), y dando ramazos a cualquier hombre que se cruce en su camino. ¿Te lo vas a perder?