Si te gusta la trufa, te gusta Soria

La trufa, ese diamante negro del bosque tan difícil de conseguir –ya que para hacerlo se necesita la ayuda de perros adiestrados– nos gusta a la mayoría y siempre nos apetece. Su inconfundible aroma resulta fácil de evocar tan solo con mencionar su nombre. Una vez que pruebas la trufa, sobre todo si es ‘Tuber Melanosporum’, grabas su sabor en tu archivo gustativo y jamás desaparece.

Esta ‘discreta’ especie fúngica que intenta pasar desapercibida creciendo bajo tierra, sin duda termina armando un gran revuelo en el momento que, tras pasar por las manos de un chef, llega a nuestra boca.

Explosión de sabor y disfrute asegurado, eso significa trufa en el diccionario soriano.

Culto a la trufa

Decir Soria es decir trufa y viceversa. En toda la provincia existe un singular culto a este hongo subterráneo, asociado a diferentes especies forestales (especialmente encina y quejigo). La ‘caza’ de trufa con perro y posterior degustación dentro de un menú elaborado ‘de cabo a rabo’ con este delicioso fruto de la tierra, es una de las actividades –organizada por empresas de la zona– que podrás llevar a cabo si visitas la provincia de Soria.

Exposiciones, concursos gastronómicos, ferias e incluso un congreso referente a nivel mundial, para todo esto y mucho más, da la admiración hacia la trufa en Soria. Los montes de encinas sorianos proporcionan con cuentagotas el manjar que da lugar a estos eventos y año tras año la fascinación por este producto atrae a infinidad de turistas y expertos.

Dónde degustar la trufa

Parece que la trufa nace con una misión muy clara, conquistar paladares. Sus dotes naturales, delicado pero intenso sabor y agradable textura –si la varita de la fortuna te ha tocado y consigues tomarla laminada y fresca–, creemos que agradan a cualquiera.

Cocinarla con absoluta delicadeza, sin entremezclarla con alimentos que puedan empañar sus matices, es lo que consiguen aquellos cocineros que mejor las manejan. Incluidos en la lista de restaurantes que harán viajar a tu sentido del gusto a la estratosfera del sabor, están algunos como La Lobita – los bosques de Navaleno son su despensa y por eso Elena Lucas cocina con productos de su entorno más inmediato– y Baluarte –en Soria capital, Óscar García también consigue sacar el mayor partido a los productos locales–. Muchas son las opciones, muchos los menús y muchas las satisfacciones que le darás a tu paladar si viajas a Soria.

Un último apunte histórico, Cicerón se refirió a las trufas como ‘hijas de los Dioses’ y ‘milagro de la naturaleza’, lo que nos hace pensar que seguramente el filósofo romano en alguna ocasión también tuvo la suerte de viajar a Soria.