Escapada castellana a la ciudad de Soria
En cualquier época del año, una escapada a Soria nos permitirá descubrir y disfrutar de esta pequeña pero animada ciudad dotada de un gran encanto.
Al Este de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, y surcada por el río Duero, se halla la ciudad de Soria. La capital provincial ha servido de inspiración a lo largo de su historia a numerosos poetas, como Gustavo Adolfo Bécquer, Antonio Machado o Gerardo Diego. Y es que se trata de una bonita villa, pequeña, íntima y con mucho encanto.
Históricamente ha estado vinculada al cercano asentamiento celtíbero de Numancia, cuyos habitantes pasaron a la historia por su heroica defensa de la ciudad ante los romanos, en el siglo II antes de Cristo. Fue anexionada al Reino de Castilla y León bajo el reinado de Alfonso VIII, en el siglo XII. Un buena forma de conocer la cultura y la historia soriana es hacer una visita al Museo Numantino, donde podremos realizar un apasionante viaje por los numerosos restos arqueológicos que abarcan desde el Paleolítico hasta la Edad Media.
Aunque hay mucho que ver y hacer en Soria, también puede ser un buen punto de partida para realizar interesantes rutas por su provincia, como la Ruta del Duero, que recorre las localidades ribereñas de este gran río; la Ruta Medieval, que visita poblaciones como Almazán, Berlanga del Duero, Burgo de Osma o San Esteban de Gormaz; la Ruta del Moncayo y las Icnitas, que incluye el enclave de Numancia, o la preciosa Ruta de los Pinares y Urbión, donde conoceremos los parajes más bellos de Soria y localidades serranas como Vinuesa, Salduero o Duruelo de la Sierra.
El legado monumental de Soria
Su intenso pasado ha dotado a la ciudad de Soria de un destacado patrimonio románico, repartido por las calles medievales de la ciudad. En el centro histórico se encuentran joyas como la Iglesia de Santo Domingo, del siglo XII, cuya portada está considerada como una de las mejores de todo el románico; la Concatedral de San Pedro, de finales del siglo XII pero reconstruida en el siglo XVI, y cuyos claustros han sido declarados Monumento Nacional; la Iglesia de Santa María la Mayor o la Iglesia de San Juan de Rabanera.
Su Plaza Mayor, de estilo castellano, es su centro neurálgico. Alrededor de ella se encuentran la Casa de los Doce linajes, del siglo XVII y sede del Ayuntamiento, y la Torre de Doña Urraca. Otras ilustres construcciones de la villa son el Palacio de los Ríos y Salcedo o el Palacio de los Condes de Gómara, este último declarado Monumento Nacional.
Hay otros lugares emblemáticos en Soria, como la Alameda de Cervantes, donde se halla la Ermita de la Soledad, en cuyo interior está el Cristo del Humilladero, una talla del siglo XVI. A las afueras de la ciudad, junto a la ribera del río Duero, se encuentra el Monasterio de San Juan de Duero, que conserva la bella arquería de su claustro, del siglo XIII. Y junto a la ribera también está el Templo de San Saturio, patrón de los sorianos. Esta gran ermita del siglo XVIII fue excavada en la roca, es de planta octogonal y en su interior luce un magnífico altar barroco.
Gastronomía y compras en Soria
Tras recorrer la ciudad, llega el momento de recuperar fuerzas con la buena cocina tradicional soriana. Dos son los pilares de su gastronomía, los derivados del cerdo y los asados de cordero. También son tradicionales los platos de origen pastoril, como las migas o la caldereta.
Otros platos típicos son el puchero de garbanzos, la sopa de setas de cardo con trufas negras, los níscalos a la cazuela, el cabrito, los torreznos, la caldereta de toro o las carnes escabechadas, sobre todo las de caza.
Si queremos llevarnos a casa algún producto gastronómico tradicional, la estupenda mantequilla soriana es la mejor opción. Otras compras de productos típicos de Soria son los objetos realizados en cerámica, escayola, piel, o cuero; los muebles de madera o la joyería típica de la zona.
