El Cañón del río Caracena, en Soria
El Cañón del río Caracena es un precioso paraje natural situado en la sierra que divide las provincias de Soria, Guadalajara y Segovia, un lugar donde practicar senderismo, conocer preciosos pueblos y disfrutar de la naturaleza.
La sierra de la Pela, en el extremo suroeste de Soria, en la Comunidad de Castilla y León, funciona como límite natural entre la provincia soriana y las de Guadalajara y Segovia. Es una de esas joyas de la naturaleza que todavía permanece inalterable, sobre todo por resultar poco conocida.
Pero los buenos aficionados al senderismo la conocen, y saben que uno de los parajes más bellos de esta zona es el que se encuentra en torno al río Caracena, situado entre la localidad del mismo nombre y el pueblo de Tarancueña.
Hay varias formas de acceder al llamado Cañón del Caracena: desde la localidad de El Burgo de Osma, en Soria; desde Atienza, en Guadalajara, o desde la villa segoviana de Ayllón. Desde la población de Tarancueña sólo hay seis kilómetros al pueblo de Caracena, aunque para llegar allí es necesario hacer 50 kilómetros en coche, por lo que lo mejor es ir andando a través del cañón. La carretera termina en este municipio soriano, que forma parte de esos enclaves conocidos como “el fin del mundo”, donde el tiempo parece haberse parado y el ruido o el estrés no tienen cabida.
El Sendero Ibérico Soriano GR-86
Esta ruta es la mejor para recorrer el cañón desde Tarancueña a Caracena. Se trata del Sendero Ibérico Soriano GR-86, una pista perfectamente señalizada con marcas rojas y blancas. Tiene 12 kilómetros de longitud, y lo habitual es realizarlo en unas cuatro horas, ida y vuelta, siendo la dificultad del trayecto de nivel medio-bajo.
Tras un kilómetro de bajada en coche llegamos a un aparcamiento situado cerca de un colmenar. Desde ahí se va andando por una pista que comienza en buen estado, pero que luego se convierte en un sendero más complicado, el cual transcurre junto al río Caracena por un cañón rodeado de barrancos en los que anidan varias colonias de buitres leonados.
Tras una hora y media de recorrido, y tras vadear en varias ocasiones el río Caracena, llegaremos a los Tolmos, que son dos cerros calizos ubicados en mitad del cañón y que llevan desde hace siglos resistiendo la erosión. Aquí podremos ver los restos de un poblado de la Edad de Bronce . Muy cerca, en el término vecino de Montejo, se encuentran las ruinas de Tiermes, una antigua ciudad romana donde todavía se pueden contemplar los restos de piscinas, teatros, termas, acueductos y grandes villas.
La zona más bonita del Cañón del Caracena
Tras superar los Tolmos empieza el tramo más bello del recorrido. Es cuando las paredes del barranco comienzan a aproximarse y a caer a plomo sobre el río. Al pasar por una gran chopera podremos ver el primer símbolo de la localidad de Caracena: el ábside de la iglesia románica de Santa María.
Al llegar aquí habremos cubierto, aproximadamente, dos horas del recorrido. Se trata de un encantador pueblo en el que actualmente no viven más de 20 habitantes. No es de extrañar que nos descubramos paseando por unas silenciosas calles.
A los lados iremos viendo algunas casas abandonadas y otras medio derruidas. Pero lejos de restar belleza al lugar le confieren un cierto encanto. Las calles confluyen en la Plaza Mayor, de estilo plateresco. En el pueblo no hay que dejar de visitar sus dos iglesias, especialmente la de San Pedro, y también el castillo de la localidad, que lleva ubicado en esta preciosa villa soriana desde el siglo XV.
