La ruta soriana de los miradores del Duero
El río Duero a su paso por la provincia de Soria está rodeado por hermosos parajes naturales que bien merecen una serie de miradores o lugares de contemplación para poder disfrutarlos.
El río Duero es el tercer río más largo de la Península Ibérica, por detrás el Tajo y del río Ebro, pero es el que cuenta con la mayor cuenca hidrográfica. A lo largo de miles y miles de años sus aguas han surcado las tierras de Soria originando valles, gargantas, barrancos y un buen número de bellos paisajes.
Para recorrer y disfrutar de estos espectaculares parajes naturales hay una preciosa ruta que comienza muy cerca de la ciudad de Soria, junto a la Ermita de San Saturio, el patrón local, y que se extiende a lo largo de casi 15 kilómetros hasta el Embalse de Los Rábanos. Para los que no quieran, o no puedan andar tanto, siempre pueden ir en coche hasta el pueblo soriano de Los Rábanos, y desde allí acercarse a algunos de los miradores más bellos de la zona.
- Mirador del Parque del Castillo: aunque este mirador no forma parte de la ruta propiamente dicha, es un buen punto de partida. Se encuentra en el Parque del Castillo, en la zona más alta de la capital soriana, y desde él se contempla al fondo el río Duero y la Ermita de San Saturio.
- Miradores del Embalse de Los Rábanos: este pequeño embalse acumula agua del río Duero desde la década de los sesenta del siglo XX. A su alrededor encontraremos varios miradores y puntos naturales de observación donde contemplar no sólo el embalse y las barcas de los que pescan en él, también sus grandes farallones y una buena cantidad de aves rapaces, sobre todo buitres. Frente a Los Rábanos se encuentra la Cueva del Asno, una de las más grandes de Soria, sólo apta para profesionales o para ir acompañados por ellos.
- Mirador de la Sequilla: se encuentra en la Sierra de Santa Ana, cerca del que fuera el Monasterio de Santo Polo y que hoy en día es de propiedad privada, que está situado en la carretera N-234. Recibe el nombre por la cueva junto a la que se encuentra, la Cueva de la Sequilla, situada a mitad de la montaña. Desde este mirador natural se contempla el río Duero y a lo lejos la Ermita de San Saturio, además de un amplio paisaje de encinas y robles. Y si levantamos la vista veremos a los omnipresentes buitres.
- Mirador de Valhondo: lo encontraremos en el paraje que lleva su nombre, Valhondo, siendo un hermoso mirador natural a orillas del río Duero. Se llega a él por el sendero de Valhondo, que comienza en el Centro de Recepción de Visitantes El Fielato, ubicado junto a los Arcos de San Juan de Duero. Durante el recorrido pasaremos por un puente medieval sobre el Duero, por el Museo del Agua y al final del trayecto por las ruinas del Caserío de Valhondo. Este sendero coincide a ratos con la ruta de Santa Ana y con la Senda de Pescadores, y nos ofrece durante todo el tiempo hermosas vistas con el Duero y el paisaje soriano como protagonistas.