Parque Natural del Cañón del Río Lobos, en Soria

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Que quede claro, el Parque Natural del Cañón del Río Lobos pertenece a la provincia de Soria, aunque una pequeña parte de este prodigio natural se adentra en tierras burgalesas. Al fin y al cabo todo queda en casa, porque ambas provincias pertenecen a Castilla y León.

Fue declarado Parque Natural en el año 1985, quedando protegida de esta forma su flora y fauna, además de los diversos caprichos geológicos surgidos de las fuerzas de la naturaleza. Se trata de un destino obligado para los para los aficionados a la naturaleza.

Al parque natural se accede desde la localidad de El Burgo de Osma. Allí hay que tomar un desvío a mano derecha en dirección a San Leonardo de Yagüe y el Cañón del Río Lobos.

Fuente de la imagen: Soria ni te la imaginas

La fuerza de la naturaleza

Gran parte del encanto de este paraje natural soriano radica en el profundo cañón calizo que el río Lobos y la erosión natural han dado forma a lo largo de los siglos. Abarca una extensión de más de 25 kilómetros, siempre flanqueado por las bonitas sierras de las estribaciones de la Cordillera Ibérica y de la alta meseta del Duero.

La superficie total del parque es de 9.580 hectáreas, y el agua es el claro protagonista. A su paso, el río ha llegado a pulverizar las rocas, provocando el hundimiento del lecho fluvial y creando peculiares zonas cóncavas o lermas de color rojizo a ambos lados del cañón.

Es un lugar que se puede visitar en cualquier época del año, pero que luce especialmente en primavera y otoño. Es cuando su vegetación muestra su mejor cara. Chopos, sauces, sabinas, enebros, encinas o pinos rivalizan en belleza con arbustos como el enebro o la gayuba, y sobre las aguas del río Lobos flotan nenúfares, lentejuelas y eneas.

Fuente de la imagen: Mi espacio natural

¿Quién vive aquí?

Los moradores del Parque Natural del Cañón del Río Lobos son realmente afortunados, ya que habitan en un un espacio privilegiado y totalmente protegido. Hablamos de corzos, zorros, jabalíes, ardillas, conejos, liebres o comadrejas, lagartijas, ranas, o culebras entre otras especies.

Y nunca falta el sonido de los pájaros, ya que abundan las águilas reales, las pescadoras y las culebreras; los halcones peregrinos, los buitres leonados, los azores, los milanos o los cernícalos.

Por la noche también sobrevuelan la zona aves nocturnas como los búhos reales, los búhos chicos, las lechuzas, los mochuelos y los cárabos.

Fuente de la imagen: Guía Repsol

Qué hacer en el Parque Natural del Cañón del Río Lobos

De obligada visita es el Centro de Interpretación del Parque Natural, situado en la cercana localidad de Ucero, donde se encuentra el mirador de La Galiana, desde el que se disfrutan de unas espectaculares vistas panorámicas.

Dentro del parque, en la explanada del Colmenar de los Frailes, se halla la ermita románica de San Bartolomé, del siglo XIII. También hay varias áreas recreativas y cuatro miradores, como el del Balconcillo del río Lobos o el Mirador de las Gullurías.

Además del senderismo, en el parque pueden realizarse diversas actividades, aunque todas están reguladas. Sólo se puede ir en bicicleta por los caminos y pistas indicados, y para recorrerlo a caballo hay que solicitar un permiso, lo mismo que para practicar la espeleología o para determinadas rutas de senderismo en ciertas épocas del año. La escalada está prohibida en todo el parque.