La ilustre villa soriana de Almazán

Nos trasladamos a la comarca de Tierras de Almazán, en la provincia castellano-leonesa de Soria, y allí nos encontramos con la villa medieval de Almazán. Fueron los árabes, durante la ocupación, los que la fundaron junto al río Duero. Su casco antiguo nos habla de su pasado, y sus dos modernos miradores nos muestran su bello entorno natural de pinares.

Se trata de dos miradores con estructura en voladizo que están hechos en madera y acero, de tal manera que se integran a la perfección con el centro histórico de la localidad. Son el mirador del Postigo de San Miguel, al que se accede desde la Plaza Mayor, y el mirador sobre el río Duero, con acceso desde la Ronda del río.

Con más de 6.000 habitantes, en la actualidad es la localidad más importante de esta comarca de Soria, y a su término municipal pertenecen varios pequeños núcleos de población, como La Muela, Los Chopazos, El Guijar, Soto Ocaliz o Cerro del Cinto.

Qué ver en Almazán

Almazán conserva un magnífico patrimonio monumental, que incluye los restos de una muralla medieval, con dos puertas de acceso al casco histórico, la del Mercado y la de Herreros, y algunas iglesias muy antiguas.

Para poder disfrutar de todo ello, lo mejor es hacer un recorrido a pie por sus estrechas calles empedradas. La primera parada es en la Plaza Mayor de la villa, donde se encuentra el Palacio de los Condes de Altamira. También están aquí la Iglesia de San Vicente, del siglo XII, y la Iglesia de San Miguel, del siglo XII, considerada Monumento Nacional. En este templo se combina el estilo cisterciense con el lombardo-catalán y el mudéjar.

Hay otra interesante iglesia, la de San Pedro, que fue edificada durante el siglo XVIII y en su interior conserva un magnífico retablo barroco. El recorrido también debe incluir la visita a las ruinas del Convento de la Merced y al Palacio de los Hurtado de Mendoza, del siglo XVI.

Qué hacer en Almazán

Hay algo que resulta casi obligatorio en este municipio soriano, y es probar las deliciosas Yemas de Almazán, y por supuesto comprar una caja para llevarnos de vuelta a casa. Nada tienen que envidiar a las abulenses Yemas de Santa Teresa.

Son sólo una muestra de la exquisita oferta de cocina castellana de esta villa. Sus recetas son para comilones, ya que resultan de lo más contundentes. Es el caso del cocido con su bola, un guiso que incluye morcilla, verduras y varios tipos de carne; los asados de cordero o el somarro de cerdo asado. Hay platos un poco más ligeros, como las sopas de ajo o la trucha ahumada o asada.

Los más recomendable es que antes de comer, para abrir el apetito, hagamos una excursión por el bonito entorno natural de esta villa. Formado por frondosos pinares, invita a realizar senderismo o rutas en bicicleta. En otoño y primavera son ideales para buscar setas, y durante todo el año son un complemento perfecto para la villa medieval de Almazán, un lugar donde desconectar y disfrutar de su riqueza monumental, cultural y de naturaleza.