Por qué Sevilla tiene un color especial
Que Sevilla tiene un color especial no es algo que descubramos ahora, ya lo sabíamos desde hace tiempo. Pero ahora se ha identificado ese color concreto que hace tan especial a la capital hispalense.
Si alguna vez has viajado a Sevilla, seguro que te has enamorado de la ciudad y habrás comprobado que esa especie de himno que habla de su color especial, de su duende y de su aroma a azahar es totalmente cierto. Y si aún no la has visitado, te proponemos que lo hagas cuanto antes.
Una escapada por Andalucía te hará vivir las mejores experiencias y Sevilla es una parada obligada. Pero seguro que te estás preguntando qué es eso del color especial. No es una metáfora y no es una licencia lírica, es una realidad y por fin se ha definido el color especial de Sevilla. ¿Quieres saber cuál es?
El color especial de Sevilla
No nos vamos a andar por las ramas. El color especial de Sevilla es un naranja #FFAB60. Así al menos lo ha determinado Pantone y sus especialistas cromáticos después de un largo estudio en el que analizaron más de 10.000 imágenes y más de 60.000 tonalidades cromáticas que encontraron por toda la ciudad.
El resultado es un naranja suave que evoca a los monumentos más representativos de la ciudad. Y también los naranjos antes de adquirir su color intenso mezclados con el blanco del azahar, el olor característico de Sevilla. Con este resultado, la mítica canción de Los del Río ahora adquiere más sentido si cabe.
Dónde encontrar el color especial de Sevilla
Pero, ¿dónde puedes encontrar ese color especial de Sevilla? Anímate a hacer un recorrido por esta ciudad donde la lluvia es tal maravilla que seguro te deja de recuerdo un intenso arcoíris. Porque que ahora Sevilla tenga un color concreto, no le resta variedad cromática.
El naranja sevillano nace de una combinación de colores, de las fachadas de los monumentos como la Giralda, la Torre del Oro, la Cartuja o el Real Alcázar. Pero también el color del Puente de Triana y del Parque de María Luisa y, cómo no, el color del que te empapas en la Plaza de España. El río Guadalquivir también hace su aportación a ese color especial. Y los patios sevillanos, llenos de vida y tradición.
Más color que en Sevilla no vas a encontrar, el verde de las hojas y el blanco de las flores de azahar, que eso también es un aroma. El colorido de sus ricas tapas haciendo parada para reponer fuerzas por los barrios más emblemáticos como Santa Cruz, Triana o La Macarena.
Y fíjate en el color que adquiere Sevilla en Semana Santa, un evento para señalar en tu agenda de viajes por España. La Feria de Abril también aporta mucho al color especial de la ciudad, al olor y al sabor.
Y sobre todo, el color y el calor con el que te reciben sus gentes. Todo aporta para esa magia que en Sevilla llaman duende.