Las plazas con más encanto de Sevilla
La belleza de Sevilla no sería la misma sin sus plazas. Sus agradables temperaturas favorecen que durante todo el año se pueda estar al aire libre, disfrutando de un paseo entre árboles, fuentes y arte, mucho arte. ¿Quieres saber cuáles son las más populares?
Los auténticos centros neurálgicos de la vida sevillana están en sus maravillosas plazas. Si visitas la ciudad, aunque sea unos días, tienes que conocer algunas de las más representativas, como la plaza de España, o curiosas, como la del Cabildo.
Sentarse en una plaza, parar por un momento y disfrutar de todo lo que te rodea. Eso es precisamente lo mejor de estos puntos de encuentro en Sevilla en los que se habla, se tratan negocios, se ponen mercados o incluso se realizan actos religiosos. Más grandes o más pequeñas, de diferentes estilos arquitectónicos y adornadas con naranjos, flores, monumentos o esculturas. No te pierdas esta clasificación de las plazas con más encanto de Sevilla.
La Plaza de España
Es uno de los lugares más espectaculares de Andalucía, por sus dimensiones, con más de 50.000 metros cuadrados; su significado, el abrazo de España a sus antiguas colonias americanas; y su gran belleza concebida a partir de ladrillo visto, azulejos del barrio de Triana, fuentes y estanques. Se trata de una creación diseñada por Aníbal González para la Exposición Iberoamericana de 1929. Esta plaza, con forma semielíptica, tiene representadas todas las provincias españolas y es muy popular entre sus visitantes, que suelen fotografiarse en el azulejo del banco de su lugar de origen.
La plaza de España está junto al Parque de María Luisa y, en su interior, el edificio central alberga la sede de Capitanía Militar. Destacan dos torres de 74 metros de altura y un río artificial cruzado por cuatro puentes que representan los cuatro antiguos reinos: Castilla, León, Navarra y Aragón. Como anécdota, ha sido escenario de diferentes películas, como el episodio II de la Guerra de las Galaxias.
Plaza Nueva
Tras la Guerra de la Independencia, en el siglo XIII, el convento de franciscanos que había en la plaza quedó totalmente destrozado y se dispuso convertirla en plaza pública. Estas obras acabaron en 1852 y la plaza fue cambiando de nombre hasta que, finalmente, en 1936 se bautizó como ‘Plaza nueva’. Hoy en día es un lugar ideal en el que pasear en familia, por sus jardines y por estar dentro del Parque de María Luisa.
Fue el primer sitio en tener iluminación eléctrica en Sevilla y, con el paso del tiempo, el jardín de la plaza se ha ido completando con palmeras, árboles, rosales, parterres y otros elementos. En el centro destaca la escultura del rey Fernando III de Castilla, llamado ‘el Santo’, y a los lados el Museo de Artes y Costumbres Populares y el Museo Arqueológico, respectivamente. Sus fuentes son tan bonitas que muchos sevillanos mandan construir réplicas en sus patios.
Plaza del Cabildo
En el barrio del Arenal, junto a la Catedral, se encuentra esta pequeña plaza semicircular diseñada por el arquitecto Joaquín Barquín y Barón. Antiguamente, este lugar lo ocupaba el colegio de San Miguel, perteneciente al Cabildo de la Catedral (de ahí su nombre), pero este edificio se derribó a mediados del siglo XX y, sobre este solar, se construyó la plaza.
Su forma semicircular se debe al edificio que la rodea por su lado curvo, formado por arcadas decoradas con frescos que se apoyan en columnas de mármol. Esta plaza se cierra de noche y tiene tres accesos únicamente: desde la avenida de la Constitución, desde la calle Arfe y desde la calle Almirantazgo. Los domingos acoge el mercadillo de filatelia y numismática y, como curiosidad, conserva un paño de la Muralla de Sevilla y algunas columnas aprovechadas del edificio anterior.