El municipio sevillano con una pequeña Alhambra propia
Además del patrimonio propio de un municipio histórico, esta localidad de Sevilla alberga una sorpresa para el visitante que no espera encontrar.
Paradas es un municipio de la Campiña sevillana situado en un paisaje de lomas y tierras llanas a 123 metros de altitud, entre los ríos Guadaira y Corbones. A 45 km de Sevilla, a 11 km de Marchena y a 8 km de El Arahal, se trata de un pueblo eminentemente agrícola. Olivares, cereales y cultivos herbáceos son sus principales productos.
Parece que su nombre deriva de haber sido lugar de parada de viajeros desde antaño. Habitada desde la época de los romanos, la población fue fundada en 1460 por Juan Ponce de León, en el lugar llamado Las Paradas en la que existía una posada y un abrevadero. Descubrimos hoy algunas sorpresas que nos depara esta localidad en una ubicación privilegiada.
Qué ver en Paradas
Sus calles limpias y bien cuidadas invitan a pasear por Paradas. En la calle Larga, quizá la más importante, encontramos el Ayuntamiento, obra del arquitecto Aníbal González autor de la famosa plaza de España de Sevilla. El edificio integra la antigua Ermita de San Juan de Letrán cuya cúpula forma uno de los rincones más bonitos de la población.
Muy cerca, en la calle Padre Barea, se localiza la Iglesia de San Eutropio, patrón de la villa. Se trata de un edificio del siglo XVIII, barroco tardío sevillano, de cinco naves con planta de cruz latina que contiene retablos barrocos y neoclásicos muy interesantes. En la Sacristía de la antigua Capilla Sacramental se habilitó en 1968 un pequeño museo que recoge numerosas piezas de interés de orfebrería litúrgica, textiles, objetos de culto e incluso un libro bautismal que recoge los bautismos realizados entre 1553 y 1575. Pero quizá lo que más llamará la atención del visitante será el lienzo de la Magdalena Penitente de El Greco, junto con otros lienzos de gran calidad.
De nuevo en la calle Larga un edificio singular llama la atención. Se trata de la Casa Escalera, actualmente Casa de la Cultura y que forma parte de la historia de Paradas. Fue construido a principios del siglo XX siendo su primer propietario Fernando de la Escalera Vasco, de ahí su nombre. A partir de los años cincuenta se destinó a Grupo Escolar, por lo que muchos vecinos estudiaron en ella.
El Palacio Carmen de los Arrayanes
Uno de los edificios más emblemáticos en la actualidad de Paradas es el Palacio Carmen de los Arrayanes. Sorprende al visitante en cuanto se atraviesa el umbral de su puerta. Se trata de una casa de estilo nazarí construida por su propietario José Luís Romero Núñez, cuyo sueño y dedicación era rendir homenaje al histórico palacio granadino de La Alhambra. Sin formación en arquitectura, ha dedicado doce años de su vida a construir una vivienda a imagen y semejanza del palacio nazarí.
Su proyecto comenzó en 1993 cuando José Luis Romero adquierió una casa en el centro de Paradas y creó un espacio de unos quinientos metros cuadrados para poder dar imagen a su obra. Durante estos años se dedicó a crear esta magnífica obra con el apoyo de albañiles, artesanos, especialistas en yesería y cerámica procedentes de Granada. Se buscó la máxima fidelidad del monumento del que se enamoró desde bien joven.
Con más de 125.000 azulejos y más de 100 moldes de silicona, además de muchísimo trabajo, la obra se completó en 2005. Solo en los últimos tres años, visitó José Luís unas 140 veces la Alhambra de Granada hablando con artesanos y expertos en el tema. Su idea era plasmar, ante todo, fidelidad histórica. Aunque el Palacio Carmen de los Arrayanes comenzó como un lugar privado, su dueño tuvo que abrir al público sus puertas dado que tanto redes sociales como numerosos informativos mostraron un gran interés por esta maravilla. Aunque su horario de visitas es muy reducido, viernes y sábados por la mañana, disfrutar de esta arquitectura es uno de los motivos, sin duda, por los que visitar Paradas.