La villa ducal sevillana con miles de años de historia que te sorprenderá
En ocasiones encontramos lugares en la geografía española que ni nos imaginamos la importancia histórica que han tenido. Este destino es uno de ellos.
La provincia de Sevilla, llena de sorpresas, nos muestra uno de los pueblos que merecen visitarse por muchas razones. Se trata de Osuna, situado al sureste de la provincia, en la campiña sevillana, se extiende por las laderas de un cerro que da vista hacia extensos campos de olivos.
Declarada Conjunto Histórico-Artístico, la villa ducal de Osuna nos ofrece un rico patrimonio monumental. Su espléndida Colegiata, la antigua Universidad, los Palacios, iglesias y museos son muestra de ello. Pero, además, presenta un magnífico patrimonio natural. Sus antiguas canteras se han convertido en lo que popularmente se ha dado en llamar “La Petra de Andalucía”.
Qué ver en la Villa Ducal de Osuna
El origen de la villa se remonta hasta hace unos tres mil años. De raíces tartésicas, turdetanas y cartaginesas, la ciudad se conocería como Urso para los romanos. Aquí levantaron Escipión y Pompeyo sus campamentos y Julio César la convirtió en centro administrativo. Pero Osuna conoció su mayor esplendor en el siglo XVI gracias al IV Conde de Ureña que la convirtió en el más deslumbrante conjunto monumental del renacimiento sevillano.
Se construyeron en esta época la Colegiata de Santa María de la Asunción, uno de los monumentos estrella de la villa. Situada sobre un pequeño montículo, la gran sobriedad de su exterior contrasta con su gran riqueza interior. Construida entre 1531 y 1535, sorprende el Sepulcro Panteón de los Duques de Osuna y un imponente retablo dorado del siglo XVII de estilo barraco, además de numerosas pinturas de José Ribera “El Españoleto”, entre otras obras artísticas, piezas de orfebrería y esculturas. También, en las visitas guiadas, se accede al Museo de Arte Sacro.
Muy cerca de la Colegiata encontramos la Universidad de Osuna, donde se impartió docencia desde 1548 hasta 1824. Se trata de un gran edificio rectangular cuyas esquinas están decoradas con torreones rematados en cerámica. También en la zona elevada se puede visitar el Monasterio de la Encarnación, construido entre los siglos XVI y XVII. Ya en el centro de la villa, se puede comprobar que Osuna tiene el casco viejo mejor conservado de Andalucía. Desde el centro neurálgico, su Plaza Mayor del siglo XV, pasear por sus calles es descubrir un entorno repleto de palacios como el del Cabildo de la Catedral de Sevilla, el de los Cepeda, del Marqués de la Gomera, la Torre del Agua, monumento nacional y sede del Museo Arqueológico, o el edificio del Ayuntamiento, del siglo XVI, además de numerosas iglesias y conventos. Sus calles están repletas de edificios históricos. De hecho, la calle de San Pedro está considerada como una de las más valiosas del mundo para la UNESCO además de la más bonita de Europa según este organismo.
La Petra Andaluza: el Coto de las Canteras
De las antiguas canteras de Osuna, en los terrenos de la Antigua Urso, se extraía ya la piedra para las construcciones antes de la ocupación romana. Desde los íberos en el siglo V a. C., hasta los romanos o andalusíes, parece que su actividad se intensificó debido a la actividad constructora del siglo XVI hasta los años 60 del siglo pasado. En 1999, pasó a manos particulares decididos a recuperar y abrir al público estas canteras.
En un primer momento se acondicionaron sus paredes de 27 metros de altura en un lugar de acústica perfecta, convirtiéndose en el auditorio cubierto natural más grande de España. La temperatura interior se mantiene siempre a una temperatura de unos 22 grados. En 2004, se encargó al escultor local Francisco Valdivia Gómez la realización de una serie de esculturas y relieves que replicaran las obras íberas que se encuentran en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, para el interior y el exterior de estas canteras. La visita es impactante, tanto, que fue Mario Vargas Llosa quien le dio el sobrenombre de “La Petra de Andalucía”.
La primera figura que atrae la atención es un león íbero llamado el “guardián del coto”, de 3,5 m de ancho y 2,5 m de alto y con un peso de 14.500 kilos. Dos impactantes relieves adornan ambos laterales a la entrada de la cueva. Representan a dos guerreros tocando las cuernas. En el interior se muestra la historia de la explotación para extraer los sillares. También se pueden contemplar una colección de enseres y herramientas que se utilizaban para la extracción y transporte de las piedras. Actualmente se realizan visitas guiadas y el Coto de las Canteras se utiliza para todo tipo de eventos privados, profesionales y musicales, congresos, rodajes de anuncios, videoclips y conciertos.