La Cartuja de Cazalla, un monasterio con aroma a aguardiente
La rehabilitada Cartuja de Cazalla de la Sierra, donde antaño elaboraban uno de los licores más famosos de Sevilla, acoge hoy en día un privilegiado lugar para alojarse y disfrutar de la naturaleza.
En pleno Parque Natural de la Sierra Norte de Sevilla, y rodeada de una maravilloso entorno natural, se halla la localidad de Cazalla de la Sierra. Poco más de 80 kilómetros separan el pueblo de la ciudad de Sevilla, que se encuentra a unos 600 metros de altura, disfrutando de unas espectaculares vistas panorámicas.
Cazalla es un pueblo de aire andaluz, con las tradicionales casas blancas con tejados rojos. Pero el hecho de estar lindando con Extremadura hace que esta encantadora localidad tenga más de extremeña que de andaluza. Y una buena muestra de ello son las enormes dehesas que rodean el municipio, en donde grandes cerdos ibéricos se alimentan de bellotas.
Muy cerca del pueblo, a sólo cinco kilómetros y en mitad de la montaña, se encuentra la Cartuja de Cazalla de la Sierra. Fue construida en el siglo XV, pero dejó de funcionar como un monasterio cartujo en el siglo XVIII, albergando actualmente un alojamiento con un sofisticado ambiente monacal.
La Cartuja de Cazalla de la Sierra
Más de 600 años lleva el monasterio cartujo de Cazalla de la Sierra situado en plena sierra sevillana, en una gran finca de nueve hectáreas rodeada de olivos, encinas y alcornoques. Corría el año 1417 cuando Fray Lope de Olmedo empezó a edificar, sobre una construcción árabe del siglo VIII, el Monasterio de San Jerónimo de Acela. Los monjes Jerónimos vivieron aquí hasta que fueron relevados en 1476 por monjes Cartujos, que lo renombraron como el Monasterio de la Cartuja de la Inmaculada Concepción.
Desde su llegada, los Cartujos se dedicaron a hospedar a los peregrinos que hacían el Camino de Santiago y a la labranza de las tierras. La gran producción vinícola que tuvo este pueblo sevillano entre los siglos XV y XVI hizo que el sobrante fuera utilizado por los cartujos para elaborar el popular aguardiente anisado de Cazalla, y para ello mejoraron unos alambiques y alquitaras árabes.
La Desamortización de Mendizábal del año 1836 obligó a los monjes a abandonar el monasterio, que fue cayendo en la ruina. En el año 1973 fue adquirido por un ciudadano inglés llamado Alexander Harrington, que vivió en una parte de la Cartuja, la que ocupaba la Capilla del Peregrino. Unos años después se lo revendió a la empresaria cordobesa Carmen Ladrón de Guevara que, tras ver su gran su potencial, comenzó una restauración que fue galardonada con el premio Europa Nostra en 1986. Los actuales dueños son la empresa La Cartuja de Cazalla S.L.
Dormir en la Cartuja de Cazalla de la Sierra
En el interior del recinto histórico del antiguo monasterio de la Cartuja de Cazalla encontraremos una Casa de Huéspedes. Está en la misma zona que originalmente utilizaban los monjes desde el siglo XV. Su celdas han sido reconvertidas en varias habitaciones y suites, donde podremos alojarnos rodeados por un entorno muy tranquilo y casi mágico.
Nuestra estancia en la Cartuja nos permitirá disfrutar de la paz que se respira en Cazalla de la Sierra, de su espectaculares alrededores, de sus monumentos y de su excelente oferta gastronómica. Podremos recorrer el Parque Natural de la Sierra Norte de Sevilla a pie o en bicicleta, disfrutando de las diversas Vía Verdes que lo atraviesan.
Y si nos sobra tiempo, también podremos participar de alguno de los eventos y las actividades que se organizan en la Cartuja de Cazalla, como las visitas guiadas al monasterio, las visitas teatralizadas, las observaciones astronómicas o los talleres artístico-creativos.