Una visita al Alcázar de Segovia
Junto al popular Acueducto romano, el imponente Alcázar segoviano es todo un símbolo de esta histórica y acogedora ciudad considerada Patrimonio de la Humanidad.
Más parece un castillo francés o alemán que uno castellano, pero ahí está, ubicado sobre un gran promontorio situado entre los ríos Clamores y Eresma y viendo pasar la vida desde hace casi nueve siglos. Visible desde varios kilómetros de distancia, el Alcázar de Segovia sorprende a cualquiera nada más verlo.
Para los más pequeños es como un castillo de cuento de hadas, y para los adultos una muestra latente del pasado medieval de la capital segoviana. Sus muchas torres circulares coronadas por cúpulas puntiagudas, su impresionante Torre del Homenaje o el cuerpo palaciego de la fortaleza son sólo un anticipo de lo que podremos ver dentro.
A lo largo de la historia ha sido testigo de destacados acontecimientos, como la proclamación de Isabel la Católica como reina de Castilla en el año 1474 o la boda de Felipe II con Ana de Austria, en el año 1570. Actualmente alberga el Archivo General Militar y el Patronato del Alcázar de Segovia, que es el responsable del museo que hay dentro del castillo.
Historia del Alcázar de Segovia
Hay que remontarse al año 1122 para encontrar los primeros testimonios de la existencia del castillo. En esas fechas, la villa de Segovia acababa de ser reconquistada a los árabes por el rey Alfonso VI. En el manuscrito que narra la hazaña ya se mencionaba el castillo, al cual se le nombra como Alcázar en otra misiva de 1155.
Durante la Edad Media vivió la fortaleza su época de mayor esplendor, al ser convertida en una de las residencias favoritas de los reyes castellanos. Los principales motivos fueron la belleza de su entorno natural y la proximidad de bosques en los que abundaba la caza, además de estar situado en una ubicación privilegiada para garantizar la seguridad de sus habitantes.
A lo largo de los años el Alcázar ha desempeñado otros papeles, como ser prisión de Estado o acoger la sede, desde 1762, del Real Colegio de Artillería, fundado por Carlos III. Un gran incendió acontecido en el año 1862 provocó el traslado del colegio, que posteriormente fue fielmente reconstruido gracias a la existencia de numerosos grabados.
Visita al Alcázar de Segovia
El recorrido por el Alcázar de Segovia consta de dos zonas, la exterior y la interior. En la primera se pueden ver algunos de los elementos más típicos de los castillos medievales, como el foso, el puente levadizo o el patio, obra de Juan de Herrera, el arquitecto favorito del rey Felipe II. Fue este monarca el responsable de las originales torres cubiertas de pizarra que dotan al castillo de ese aire típico de los castillos del centro de Europa.
En el interior de la fortaleza se recorren el Palacio Viejo, la Cámara Regia, el Dormitorio Real, la Sala de la Chimenea, la Sala de la Galera, la Sala de las Piñas, la Sala de Reyes, la Sala de Armas o la Sala del Cordón.
Encontraremos el acceso al Alcázar de Segovia en la Plaza Reina Victoria Eugenia. El horario de visitas es, de abril a octubre, de 10:00 a 20:00 horas, y de noviembre a marzo, de 10:00 a 18:00 horas. El precio de la entrada completa es de 8 euros, incluyendo las salas de Palacio, el Museo de la Artillería y la Torre de Juan II o del Homenaje. La visita sólo del palacio y el museo cuesta 5,50 euros, y acceder solamente a la Torre de Juan II tiene un precio de 2,50 euros. Encontrarás más información relacionada con el Alcázar de Segovia en su página web oficial.