Ruta por cuatro de los pueblos más antiguos de España
¿Alguna vez te has preguntado cuál es el pueblo más antiguo de España? Te despejamos la incógnita presentándote cuatro de los pueblos con más historia de nuestro país.
Hay pueblos conocidos por ser bonitos, otros por sus espectaculares playas, otros por algún monumento destacado o por celebrar unas fiestas de lo más originales. Pero también hay algunas localidades que se han hecho famosas por ser realmente antiguas, y por haberse fundado en las noche de los tiempos.
En España hay pueblos que llevan más de 13 siglos existiendo, y que por lo tanto cuentan a sus espaldas con una apasionante historia y con un patrimonio monumental, cultural y etnográfico impresionante, además de ofrecer una excelente oferta de restauración y alojamiento. Es el caso de Brañosera, en Palencia; Albarracín, en Teruel; Besalú, en Girona, y Sepúlveda, en Segovia.
- Brañosera, en Palencia: oficialmente, éste es el pueblo más antiguo de España. De hecho, cuenta con la primera Carta Puebla que fue entregada en España, allá por el año 824. Este documento es el equivalente a los actuales ayuntamientos de los municipios. Ubicado en el Parque Natural de Fuentes Carrionas, también fue reconocido por el Congreso de los Diputados como el primer municipio de España en poseer dicho documento. Hoy en día, este bonito pueblo posee un buen legado románico, protagonizado por la Iglesia de Santa Eulalia y la Iglesia de Salcedillo. Y aunque es una localidad muy pequeña, tiene una buena oferta tanto de restauración como de alojamiento.
- Albarracín, en Teruel: se trata no sólo de uno de los pueblos más antiguos de España, también es una de las poblaciones más bonitas de nuestro país. Situada en plenos Montes Universales, y en la Sierra de Albarracín a una altura de 1.171 metros, esta villa se remonta a la época medieval. Es un auténtico placer recorrer sus calles adoquinadas y sus encantadores rincones, disfrutando de su cuidado patrimonio monumental. Todos estos valores han hecho que este pueblo posea el título de Monumento Nacional y la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, además de estar propuesto por la UNESCO para ser declarado Patrimonio de la Humanidad.
- Besalú, en Girona: este encantador pueblo gerundense es uno de los más antiguos de Catalunya, y cuenta con un impresionante patrimonio histórico medieval excelentemente conservado. Su origen se remonta al siglo X, cuando era un castillo-fortaleza construido sobre un cerro situado entre dos ríos, el Fluvià y el Capellades. Declarado Conjunto Histórico-Artístico Nacional en el año 1966, y considerado miembro de la Red de Juderías Españolas, cuenta con joyas monumentales como las murallas, la Iglesia del Monasterio de San Pedro de Besalú y San Julián, el antiguo hospital de peregrinos, el puente románico sobre el río Fluvià, los baños judíos, la Colegiata de Santa María, la Iglesia de San Vicente o la sala gótica del Palacio de la Curia Real.
- Sepúlveda, en Segovia: también conocida como la “Villa de las Siete Puertas”, cuenta con más de un milenio a sus espaldas. Su historia ha quedado grabada en sus estrechas y empinadas calles, de origen medieval, y por ellas corretean la noche del 23 de agosto unos divertidos diablillos. Su preciosa y animada Plaza Mayor, o Plaza de España, es sólo una muestra de los muchos lugares de interés monumental y rincones con encanto que nos esperan en este municipio segoviano. Este estratégico emplazamiento fue creado con ideas defensivas, pero hoy en día se ha convertido en un espectacular mirador sobre el Parque Natural de las Hoces del Río Duratón.