El Hayedo de la Pedrosa, en Segovia

Belén Valdehita
Belén Valdehita 24 Enero, 2020

Incluido en la Red Natura 2000, el segoviano Hayedo de la Pedrosa es un auténtico espectáculo de color a lo largo de todo el año.

Hayedo de la Pedrosa, en Segovia
Armando Gonzalez Alameda

A sólo nueve kilómetros de la localidad de Riaza, en Segovia, encontramos un paraje natural de gran belleza, el Hayedo de la Pedrosa. En realidad, toda esta parte de la provincia segoviana es una continua sucesión de preciosos paisajes de montaña, valles y bosques.

Este hayedo se halla a ambos lados de en la carretera que sube al Puerto de la Quesera, frontera natural entre las provincia de Segovia y Guadalajara. Aunque la mejor época para visitar un hayedo es en otoño, recomendamos recorrer el de la Pedrosa en cualquier momento del año. Resulta fascinante también en primavera y verano, y en invierno luce imponente cuando nieva.

Hayedo de la Pedrosa, en Segovia
riaza.es

Visita al Hayedo de la Pedrosa

Lo que nos espera en esta parte de Segovia es un magnífico bosque de hayas que ocupa una superficie de 87 kilómetros cuadrados. Se encuentra a una altura de entre los 1.500 y 1.700 metros, y entre los grandes ejemplares de esta especie transcurre el río Riaza, un afluente del Duero que proporcionan el perfecto grado de humedad a a este hábitat natural.

Indudablemente, es en otoño cuando el hayedo nos ofrece su mejor cara, con un follaje que va desde los tonos verdosos que se resisten a otoñar a una variada gama de amarillo, naranjas y rojos. Intercalados con las hayas se pueden ver grandes ejemplares de robles, además de grandes masas de brezos.

Y como valor añadido están las impresionantes que se disfrutan desde el Hayedo de la Pedrosa. Incluyen las montañas de la Sierra de Ayllón, todo el Valle del río Riaza, incluyendo el embalse que hay aguas abajo, y en el horizonte la localidad segoviana de Riaza y otros pequeños pueblos que la rodean, como los famosos “pueblos rojos”.

La localidad de Riaza, en Segovia
segoviaturismo.es

La villa de Riaza

Y tras una mañana recorriendo este bello hayedo, se impone una visita a la villa de Riaza. Es un buen lugar para comer, con una excelente oferta de restauración donde degustar especialidades segovianas como los judiones, el cochinillo o el asado de cordero. También hay especialidades locales, como los amarguillos, que se elaboran según una antigua receta riazana.

Paseando por el pueblo, no sólo quedaremos encantados con su gran plaza porticada. También nos fascinará la Iglesia de Nuestra Señora del Manto, del siglo XV, que acoge en su interior una gran Colección de Arte Sacro, repartida entre en la torre del campanario y el soto coro. Incluye en tu recorrido la Ermita de San Juan, situada al norte de la población, y la Ermita de San Roque, ubicada en el Parque Municipal de El Rasero, y cuyo origen se remonta al año 1599.

Y no hay que olvidar que Riaza es un magnífico punto de partida para visitar los conocidos como pueblos rojos. Entre ellos se encuentran Alquité, Villacorta, Aldeanueva del Monte o Madriguera. Se trata de pequeñas y encantadoras poblaciones que reciben este nombre por su peculiar arquitectura en tonos rojizos.

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