Cuatro destacados monumentos romanos en España
Si eres aficionado a la obra que los romanos nos legaron durante los siglos que vivieron en España, aquí tienes cuatro magníficos ejemplos que no te puedes perder: el acueducto de Segovia, las Ruinas de Itálica en Santiponce, la Basílica de Baelo Claudia de Cádiz y la muralla romana de Lugo.
Fuente de la imagen: Viajes Oceanic 2000
No están todos los que son, pero están todos los que son. La ocupación de la Península Ibérica por parte del Impero Romano duró desde el desembarco romano en Ampurias, en el 218 a. C., hasta principios del siglo V.
Durante todo ese tiempo no pararon de construir monumentos y obras civiles a lo largo de lo que ello llamaron Hispania. Muchos de ellos se han conservado hasta nuestros días, convirtiéndose en una destacada parte de nuestro patrimonio histórico-monumental.
Te mostramos cuatro de los más importantes legados romanos en nuestro país: el acueducto de Segovia, las Ruinas de Itálica en Santiponce (Sevilla), la Basílica de Baelo Claudia de Cádiz y la muralla romana de la ciudad gallega de Lugo.
Fuente de la imagen: Destinos Ya
Acueducto de Segovia
Suele encabezar las listas de los monumentos romanos favoritos en España. Y es que el acueducto de Segovia es una de las construcciones mejor conservadas del Imperio Romano. Se trata de la obra de ingeniería civil romana más grande e importante de nuestro país, además de ser uno de los emblemas más característicos de esta villa castellana en todo el mundo.
Se desconoce la fecha exacta de su construcción, aunque se sitúa aproximadamente en el siglo I, en la época de los emperadores Flavio, Nerva o Trajano. Se construyó para transportar el agua desde la zona de la sierra hasta la ciudad, y estuvo en funcionamiento hasta hace sólo unos años. Está formado por un total de 167 arcos de piedra granítica de Guadarrama, y construido con sillares unidos sin ningún tipo de mortero o argamasa, mediante un ingenioso equilibrio de fuerzas.
Fuente de la imagen: Sevilleventours Guias Turísticos
Ruinas de Itálica, en Santiponce
La ciudad romana de Itálica fue fundada en el año 206 a. C. por el general romano Publio Cornelio Escipión para que sus soldados pudieran descansar tras vencer a los cartagineses durante la II Guerra Púnica. Sus restos se encuentran situados en la actual Santiponce, a medio camino entre Sevilla, que era la antigua Hispalis, y Alcalá del Río, por entonces Ilipa.
Hoy en día se puede visitar el Conjunto Arqueológico de Itálica, que incluye un magnífico anfiteatro romano, el trazado de las antiguas calles, varias casas y edificios públicos y una gran variedad de objetos de arte y utensilios de la vida cotidiana de sus habitantes. Los ciudadanos de la Unión Europea pueden hacer la visita, que dura dos horas, de forma gratuita.
Fuente de la imagen: El Viajero - El País
Basílica de Baelo Claudia, en Cádiz
En un precioso enclave junto al mar de la población de Bolonia, cerca de la ciudad gaditana de Tarifa y dentro del Parque Natural del Estrecho, los romanos construyeron la ciudad de Baelo Claudia en el siglo II a. C. Su basílica es el segundo edificio por tamaño de estas ruinas, por detrás del teatro romano, pero constituía el centro neurálgico de la ciudad. Para su construcción se usó piedra caliza, y los muros se realizaron según una técnica procedente del norte de África.
En las ruinas de Baelo Claudia también se pueden ver hoy en día los restos de varios templos, del mercado, del foro, de la muralla, del teatro, de los baños y termas, de una necrópolis y de la factoría de salazón y garum.
Fuente de la imagen: Lugo Enamora
Muralla romana de Lugo
Considerada Patrimonio Mundial por la UNESCO, la muralla romana de la ciudad de Lugo formaba parte de un complejo defensivo que incluía la propia muralla, un foso e intervallum. De todas las murallas que el Imperio Romano construyó en los tres continentes que ocupó, ésta es la única que mantiene todo su perímetro.
Esta muralla se remonta a finales del siglo III, y fue construida para defender la ciudad, por entonces llamada Lucus Augusti. Su perímetro es de casi 2.120 metros, e intramuros guarda un área de alrededor de 34,4 hectáreas. El espesor de los muros es de 4,20 metros de media, y la altura oscila entre los 8 y los 12 metros. Se realizó a base de mortero hecho con tierra, piedra suelta, guijarro y agua.