Pueblos que no hay que perderse en Castilla y León
De los cientos y cientos de pueblos con encanto que hay en la comunidad castellano-leonesa, hemos escogido cuatro que hay que visitar, al menos, una vez en la vida.
Los aficionados al turismo rural y a la naturaleza cuentan en Castilla y León con la mejor y más variada oferta de toda España. Y es que esta comunidad autónoma acoge 2.248 municipios, una cifra muy por encima de cualquier otra comunidad, encontrándose en segundo lugar Andalucía, con 785 municipios.
Ante semejante cantidad de poblaciones, no es de extrañar que exista un buen numero de pueblos que por su patrimonio, su entorno natural, sus tradiciones y su infraestructura turística, se hayan convertido en destinos obligatorios en Castilla y León. En Hoteles.net hemos seleccionado cuatro pueblos que harán las delicias de los aficionados al turismo rural: Pedraza, en Segovia; Candeleda, en Ávila; Vinuesa, en Soria, y Peñalba de Santiago, en León.
- Pedraza, en Segovia: considerada como uno de “los Pueblos más Bonitos de España”, esta villa medieval se ha convertido en destino habitual no sólo de los amantes del turismo rural, también para los que buscan un escenario perfecto para rodar anuncios y películas. Situada en lo alto de un monte, está totalmente amurallada, y en su interior podremos ver un gran castillo, una iglesia románica o una antigua cárcel. Declarada Conjunto Monumental, posee una de las mejores propuestas de alojamiento y restauración de la provincia.
- Candeleda, en Ávila: ubicado en plena Sierra de Gredos, en el hermoso valle del Tiétar, este pueblo abulense llama la atención por sus preciosas calles, donde abundan las casas entramadas con floridos balcones; por su agradable microclima, que suaviza notoriamente las temperaturas, o por su espectacular entorno natural, paraíso de los aficionados al senderismo. No hay que perderse la Casa de las Flores, el Museo del Juguete, el Museo Etnográfico, la Casa de la Judería, el Aula de Interpretación del Pimentón o la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.
- Vinuesa, en Soria: esta villa soriana es destino obligado en Castilla y León. Y lo es por sus empedradas calles, donde se conservan antiguos y elegantes caserones y palacetes de los siglos XVII y XVIII. Pero también por su impresionante entorno natural repleto de grandes masas de pinares, y dotado de grandes sorpresas naturales, como el embalse de la Cuerda del Pozo y la Laguna Negra. Realmente completa es su oferta de restauración y alojamiento, y en otoño es el lugar al que hay que ir para recolectar setas, eso sí, tras habernos sacados el pertinente permiso.
- Peñalba de Santiago, en León: situado en pleno corazón de la comarca leonesa del Bierzo, en este bello pueblo sentiremos de verdad lo que significa disfrutar de la tranquilidad y de la naturaleza. Rodeado por montañas, se encuentra en el Valle del Silencio, y su entorno natural está considerado “Paraje Pintoresco”. Además, Peñalba esta incluida en la lista de los Pueblos más Bonitos de España. Con estas credenciales, no es extraño que sea un un destino perfecto para los verdaderos aficionados al turismo rural.